El Gobierno de Cuba calificó este lunes la ley ‘No Marcas Robadas Reconocidas’, recién firmada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, como una «medida agresiva» contra la isla.
Así lo aseguro en la red social X el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, quien señaló que esa legislación estadounidense tiene «el objetivo, justamente, de abrir la puerta, en violación del Derecho Internacional, para el robo de marcas cubanas legítimamente registradas en ese país».
En noviembre de 2023, el Congreso estadounidense aprobó el proyecto de ley ‘No Marcas Robadas Reconocidas en Estados Unidos’, que prohíbe la validación y uso de marcas confiscadas por el Gobierno cubano desde 1959, año del triunfo de la revolución en ese país.
Esta ley prohíbe el uso de una marca comercial cuando quien la utilice sepa, en el momento de la adquisición, que el nombre de la marca comercial es igual o similar al de una que fue confiscada por el Gobierno cubano.
La medida busca proteger los intereses y derechos de los empresarios cuyos bienes fueron confiscados en la isla a partir de 1959, a menos que se demuestre que hubo un consentimiento claro otorgado por el propietario original de la marca comercial.
Por su parte, el vicecanciller cubano, Carlos Fernández de Cossío, consideró que EE.UU. «ataca al sistema de protección internacional de la propiedad industrial, al aprobar la ley que facilita robar marcas que Cuba ha registrado en ese país. Lleva la agresión económica al terreno de las marcas».
Vista general de una calle este martes en el poblado de Bejucal, al sur de La Habana. EFE/ Ernesto Mastrascusa
Asimismo, alude a la presunta existencia de «una alianza entre (la marca de ron) Bacardí, congresistas anticubanos y el régimen de Biden».
Bacardí, una de las marcas de ron más icónicas del mundo, es el centro de un conflicto con las autoridades cubanas por la marca de ron Havana Club, registrada por la empresa estatal de la isla Cubaexport en EE.UU. en 1976, que mantuvo los derechos hasta 2006, cuando le fue denegada la renovación de la licencia debido a las leyes del embargo estadounidense.
Pero durante el mandato del presidente Barack Obama (2009-2017), la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Ofac) cambió su decisión, permitiendo a Cubaexport renovar su registro y, con ello, se reavivó la batalla judicial.
El conflicto legal entre Bacardí -creada en Cuba en 1862- y Havana Club comenzó cuando Bacardí reclamó los derechos sobre la marca Havana Club, argumentando que la expropiación había sido ilegal, y lanzó su propia versión de Havana Club en Estados Unidos, desatando una batalla legal y comercial que se ha extendido por más de dos décadas.