Fuerzas yihadistas y de milicias aliadas entraron este viernes (29.11.2024) en Alepo, la segunda ciudad de Siria, tras una ofensiva relámpago contra las fuerzas del régimen de Bashar Al Asad, respaldado por Irán y Rusia.
La ofensiva provocó los combates más violentos desde 2020 en el noroeste de Siria, con más de 250 muertos, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
Entre los muertos figuran al menos 24 civiles, la mayoría muertos en bombardeos rusos, según esta organización no gubernamental con sede en Reino Unido, pero que cuenta con una red de informantes en el terreno.
La ofensiva comenzó el miércoles, el mismo día en que entró en vigor un frágil alto al fuego en el vecino Líbano entre Israel y el grupo islamista Hezbolá, respaldado por Irán.
Los yihadistas y sus aliados ya se habían hecho el viernes con el control de más de 50 localidades del norte de Siria, de acuerdo al OSDH, lo que representa la mayor pérdida de territorio del régimen de Asad en varios años.
Según el OSDH y varios testigos, milicianos de la organización yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS) y grupos aliados, algunos cercanos a Turquía, lograron ingresar a Alepo.
El director del OSDH, Rami Abdel Rahman, afirmó que los milicianos «tomaron el control de cinco barrios» de Alepo y las fuerzas del régimen de Asad «no opusieron gran resistencia».