Uruguay elige a Yamandú Orsi como presidente (2025 – 2030) en reñida segunda vuelta. Candidato de izquierda gana con 49% frente a 45.9% de rival Álvaro Delgado.
Las miles de personas que esperaban los resultados de las elecciones presidenciales en la rambla de Montevideo estallaron en un grito cerrado cuando la pantalla mostró el primer sondeo a pie de urna. Yamandú Orsi, el candidato del Frente Amplio, el hombre elegido por el expresidente José Mujica para recuperar el poder para la izquierda, sumaba 49% de los votos, frente al 46,5% de Álvaro Delgado, del Partido Nacional en el Gobierno. Los sondeos oficiales confirmaron más tarde el triunfo de Orsi: escrutado el 99%, sumaba 49,8% frente al 45,9% de su rival, una diferencia de 92.000 votos.
El presidente, Luis Lacalle Pou, no esperó los datos de la Corte Electoral para felicitar al ganador. “Llamé a Yamandú Orsi para felicitarlo como presidente electo de nuestro país y para ponerme a las órdenes y empezar la transición apenas lo entienda pertinente”, escribió en sus redes sociales.
“Voy a ser el presidente que convoque una y otra vez al diálogo nacional”, dijo Orsi sobre el escenario en un discurso de no más de diez minutos. “El mensaje no puede ser otro que abrazar el debate de ideas. Así se construye una república democrática. Larga vida a los partidos políticos de Uruguay. Triunfa una vez más el país de la libertad, de la igualdad, también de la fraternidad, que no es nada más ni nada menos que la tolerancia y el respeto por los demás. Sigamos por ese camino”, agregó. Delgado respondió desde el palco de la derrota: “Esta coalición está dispuesta a que si se necesita una mano en pos del país, les damos las dos”.
La izquierda uruguaya regresa al poder tras cinco años de gestión del Partido Nacional. La derecha y la centroderecha participaron en la segunda vuelta bajo el paraguas de la Coalición Republicana, que además del Nacional sumó al partido Colorado, otra fuerza centenaria, y tres agrupaciones menores, entre ellas la extrema derecha de Cabildo Abierto. Pero no fue suficiente para mantenerse en el Gobierno.
Si bien las cifras de la economía no son malas, su candidato, Delgado no logró seducir a un electorado que sintió que Uruguay estaba estancado. El voto fue a una renovación que no será un golpe de timón violento, sino una apuesta a un “cambio seguro”, el lema del Frente Amplio en campaña.
Uruguay detiene así la ola conservadora iniciada en Argentina con Javier Milei y consumada definitivamente en Estados Unidos, con el triunfo de Donald Trump. La democracia de este pequeño país sudamericano es una anomalía en una región atravesada por la crisis de los partidos políticos y una representación menguante. La de Uruguay fue una campaña a la vieja usanza, con enfrentamientos de baja intensidad y llamados al respeto republicano.
“Es la victoria de un pueblo, un pueblo que se pone rebelde”, comenta Fernando Pereira, presidente del Frente Amplio. “Se pensaba que era muy difícil, pero el FA es la fuerza más votada. Esto es el mérito de miles de hombres y mujeres que trabajaron en el territorio, en cada localidad, en cada ciudad, que nos dieron alojamiento en las giras, toda la gente que nos ayudó a hacer este milagro que se llama Frente Amplio”, agrega.
Economía, pobreza, inseguridad
La economía figura entre las principales preocupaciones de los uruguayos, según una clasificación elaborada por la consultora Cifra que está encabezada por la inseguridad pública.
Con una tasa de 11,2 homicidios cada 100.000 habitantes, la situación de Uruguay no está entre las más críticas de América Latina, pero duplica el promedio mundial. En 2023, Montevideo concentró el 55% de los 382 homicidios, que ocurrieron sobre todo en los barrios más pobres del noreste de la capital, en parte asociados al incremento del narcotráfico.
El FA se propone dar “respuestas inmediatas” a la pobreza y a la inseguridad a partir de “soluciones ambiciosas y transformadoras”. En esos dos ámbitos críticos plantea reformar el sistema de protección social para atender a la pobreza que afecta al 20% de los menores de 6 años y crear un Sistema Integral de Lucha Contra el Crimen Organizado y el Narcotráfico.
Mujica y el nuevo Parlamento
Pepe Mujica, de 89 años, votó muy temprano en una escuela del Cerro, un barrio cercano a la chacra donde vive. Allí habló de sus expectativas en torno al gobierno que viene: “Yo personalmente no tengo nada que esperar, mi futuro más próximo es el cementerio, pero me interesa la suerte de los jóvenes, que cuando tengan mi edad van a vivir en un mundo muy distinto”, expresó. También fue preguntado por la relación con el gobierno de Javier Milei en Argentina. “Hay que tratar de que sea lo mejor posible, pero es difícil”, expresó.
En la próxima legislatura se va a imponer “la necesidad de negociar”, subrayó Mujica, en referencia a la configuración del nuevo Parlamento que iniciará su andadura en 2025. “Para negociar hay que crear un clima”, advirtió. En ese sentido, el FA parte con ventaja en aras de la gobernabilidad porque logró la mayoría en el Senado con 16 bancas. Otra es la situación en Diputados, donde deberá buscar acuerdos para sacar adelante, entre otros proyectos, la ley de presupuesto.
El FA obtuvo 48 bancas en la cámara de representantes, dos menos de la requerida para alcanzar la mayoría absoluta. En este escenario podrá plantearse dialogar por separado con los legisladores de los partidos que hasta ahora integran la coalición gobernante y que, sumados, lograron 49 diputados. De lo contrario, la llave de la mayoría estaría en manos del nuevo integrante del Parlamento: Identidad Soberana, partido antisistema, antivacunas, anti Agenda 2030, que tendrá dos diputados bajo el liderazgo del abogado Gustavo Salle.
¿Quién es Yamandú Orsi?
Este profesor de historia de 57 años, que fue dos veces intendente de Canelones, el departamento más populoso del país después de Montevideo, encarna mucho del ADN uruguayo. Es descendiente de españoles e italianos, educado en la escuela pública y comprometido con la igualdad social promovida por el Estado.
Francisco Vernazza, el experto en comunicación política encargado de la campaña que llevó a Mujica a la Presidencia, destacó el perfil de Orsi como «armador de equipos». «Tranquilo, abierto, con empatía con lo rural. Es la síntesis de la identidad del Frente Amplio, de esa cosa profundamente popular», dijo Vernazza al diario El País antes de la primera vuelta electoral del 27 de octubre.
De la docencia a la política
Yamandú Ramón Antonio Orsi Martínez nació en una zona rural de Canelones el 13 de junio de 1967 en una casa sin luz eléctrica y se mudó a la capital departamental a los cinco años, cuando su padre se enfermó y no pudo seguir trabajando en el campo.
Suele decir que se crió en un hogar en el que «no sobraba nada» pero tampoco «faltaba nada», que su hermana mayor le enseñó a leer, y que pasó su infancia jugando al fútbol.
En 1991 se graduó de profesor de historia y enseñó en liceos de pueblos y ciudades pequeñas hasta 2005, cuando inició su trayectoria en el gobierno de Canelones, primero como secretario general de la comuna durante casi una década, y luego, desde 2015, como intendente por dos periodos.
Renunció para las internas partidarias de junio, que ganó con más del 60% de los votos, superando ampliamente a la exintendenta de Montevideo Carolina Cosse, que tenía el apoyo de comunistas y socialistas y se convirtió en su compañera de fórmula.
Antes, fue objeto de lo que consideró una «maniobra política» para dañar su postulación, cuando una trabajadora sexual trans lo acusó de haberla agredido en 2014, una denuncia que resultó falsa y promovida por otra mujer trans, militante del gobernante Partido Nacional. Ambas cumplen condenas judiciales.
Monaguillo y bailarín de folclore
De joven, Orsi atendía el almacén de su familia y también fue monaguillo de la Iglesia católica y bailarín de folclore.
En su casa no se hablaba de política, pero la restauración democrática tras la dictadura cívico-militar (1973-1985) lo llevó a militar en la izquierda. En 1989 se sumó al Movimiento de Participación Popular fundado por Mujica, hoy principal sector del Frente Amplio.
Además de Mujica, Orsi tuvo como referentes a Lucía Topolansky, esposa del expresidente, exguerrillera y vicepresidenta de la República (2017-2020); y a Marcos Carámbula, su predecesor en la intendencia de Canelones y con quien trabajó mano a mano 10 años.
«Yamandú es un hombre muy inteligente; aprende y escucha siempre, es muy cercano, tiene una gran sensibilidad», opinó Carámbula. «Tiene todas las condiciones para ser un gran presidente».
Orsi se casó dos veces, la última con Laura Alonsoperez. Con ella fue padre, a los 45 años, de los mellizos Victorio y Lucía.