El proyecto del ‘tren bala’ en Perú, que busca conectar Lima e Ica en menos de dos horas, avanza con fuerza y promete revolucionar el transporte en el país. Se prevé que la megaobra esté lista para el 2031, con una inversión de 6,500 millones de dólares. El tren de cercanías recorrerá la costa peruana en apenas una hora y 15 minutos, atravesando cerros, dunas, quebradas, fundos y chacras, para interconectar 15 destinos, según el perfil oficial presentado a potencias económicas globales.
La obra comenzará en Villa El Salvador, donde una estación conectará con la Línea 1 del Metro de Lima. Al menos 45,000 personas viajarían diariamente en los ocho ferrocarriles, cada uno con 10 vagones, de Lima a Ica y viceversa.
Según el ministro de Transportes, Raúl Pérez Reyes, 14 países han mostrado interés en participar en la construcción. “Vamos a elegir al país que nos ofrezca las mejores condiciones (…) Entre 2032 y 2033, el tren debería estar en operación”, señaló en una entrevista difundida este domingo por Panorama.
Por su parte, el director de la Dirección de Gestión en Infraestructura y Servicios de Transportes, David Miranda, destacó que Lurín se beneficiará significativamente al convertirse en sede de un patio taller y una de las estaciones clave del tren bala. “La inversión trae empleo”, resaltó.
Así será el proyecto del tren de Lima a Ica. (Foto: Andina)
Tren bala Lima-Ica: el proyecto que podría revolucionar el sur
El proyecto del tren bala, parte del Plan Nacional de Desarrollo Ferroviario, es una iniciativa desarrollada en cooperación con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el gobierno británico. Estará respaldada por un acuerdo de gobierno a gobierno (G2G) para asegurar su entrega dentro del plazo estipulado, informó Pérez Reyes durante la presentación del proyecto, denominado “Creación del Ferrocarril Lima-Ica”.
La megaobra beneficiará a más de 6.5 millones de ciudadanos que se desplazan entre ambas regiones. Según el Ejecutivo, también contribuirá a reducir accidentes de tránsito, la congestión vehicular y las emisiones de gases contaminantes, promoviendo así la sostenibilidad del transporte. Además, generará miles de empleos en las etapas de construcción, operación y mantenimiento, y fomentará el desarrollo de nuevas áreas urbanas, logísticas y productivas en su zona de influencia.
Con cerca de 309 km de infraestructura ferroviaria, se espera que este tren inicie sus operaciones de edificación en el primer semestre de 2026. El costo del viaje será similar al del transporte urbano gestionado por la Autoridad de Transporte Urbano (ATU). De acuerdo con el MTC, millones de personas que actualmente utilizan transporte convencional para desplazarse, como de Cañete a Lurín, se verán beneficiadas con esta obra.
El Tren de Lima-Ica ya está ganando notoriedad internacionalmente porque sería el más rápido de la región. – Crédito Composición Infobae/Edwin Montesinos/Andina/Trenes de Chile/Tren Maya
Proyecto en marcha
Diversos medios internacionales han puesto su atención en el proyecto del tren bala. Mientras que Chile inauguró recientemente su tren entre Santiago y Chillán, con una inversión de 70 millones de dólares y velocidades de hasta 160 km/h, el tren Lima-Ica alcanzaría los 200 km/h, superando también al Tren Maya de México. De modo que se destacaría como el más rápido de la región, según el arquitecto del proyecto, Daniel Maguiña.
Estas son las estaciones:
1- Villa El Salvador
2- Lurín
3- Punta Negra
4- Chilca
5- Mala
6- Asia
7- Cerro Azul
8- Cañete
9- Chincha Alta
10- Chincha Baja
11- Pisco
12- Aeropuerto de Pisco
13- Paracas
14- Guadalupe
15- Ica
Impacto en el desarrollo económico y social
Además de ser un paso hacia la modernización del transporte regional, la obra apunta a generar importantes beneficios económicos y sociales. Durante su etapa de construcción, se estima que se impulsará el turismo, se facilitará el traslado de las 45.000 personas que viajan a diario desde Lima a Ica, se fomentará la inversión privada y se potenciará el comercio en una región conocida por su riqueza cultural y paisajes impresionantes.
Con la llegada de este proyecto, el sur del Perú podría consolidarse como un eje clave para el crecimiento del país, no solo en términos de infraestructura, sino también como un ejemplo de cómo las grandes obras pueden transformar la vida de millones de personas.