Vandeputte sorprende en el tramo final de carrera para llevarse la victoria. Orts, de nuevo magistral (3º), suma su cuarto podio de la temporada.
Vandeputte. Si hablásemos de un videojuego, podríamos asegurar que Felipe Orts tiene la ‘flechita para arriba’. El de Villajoyosa (29 años) sigue en estado de gracia, camino de completar un mes de competición inolvidable para él. No todos los días se confirma uno como deportista élite de su disciplina, y es lo que ha conseguido ya el español en este tramo inicial de curso, asentarse entre los grandes: subcampeón de Europa en Pontevedra, victoria en el C2 de Rucphen, segundo en el Superprestige de Niel y tercero este sábado en el X2O Trofee de Hamme (Bélgica). Con este resultado, al español ya sólo le falta subir al cajón en una prueba de Copa del Mundo para completar la colección (su mejor resultado es un 5º), reto que arrancará el próximo 24 de noviembre en Amberes.
La victoria, después de una hora de trepidante carrera, cayó en manos de Niels Vandeputte (24 años), otro de los grandes talentos de esa inagotable cantera belga que no para de crecer. Su compañero en el Alpecin, Mathieu van der Poel, mientras sopesa si este invierno competirá en ciclocross antes de comparecer en el Mundial, seguro que está más que orgulloso desde la distancia. El segundo puesto fue para un Eli Iserbyt que vivió una montaña rusa de carrera, con dos carreras incluidas que no impidieron que se quedase a sólo 2 segundos de asaltar un liderato del X2O que todavía ocupa Lars van der Haar. Con el tercero de la general, Toon Aerts, a 1:57, parece que el título de esta competición será cosa del neerlandés y el belga.
El guion de la carrera fue prácticamente calcado al del pasado sábado, aunque el ganador, Laurens Sweeck, se cayó de la ecuación. Esta vez, el cuarteto de cabeza lo integraron Vanthourenhout, Vandeputte, Nys y el incombustible Orts. Después de varios cambios de líder, llegó uno de los momentos clave. En una pequeña subida, Iserbyt se quedaba clavado y se iba al suelo, provocando un taponamiento tremendo que permitió escaparse a los cuatro primeros. Mientras Van der Haar se desgañitaba por detrás, tratando de enlazar, los de delante no hacían leña del árbol caído, ya que en cada paso por meta se producía parón. El típico ‘tira tú, que a mí me da la risa’.
Pero fue superado el ecuador de la prueba, en ese mismo punto, cuando Orts hizo su apuesta. El español atacó y pilló a todos por sorpresa, lo que le permitió liderar la carrera con unos segundos de ventaja durante más de una vuelta. No obstante, Nys y compañía no se relajaron en la persecución, conscientes del enorme salto de calidad que ha dado Felipe este año. Todo se reagrupó con el cambio de bicicleta, y entonces Iserbyt apareció de la nada. El belga, pensando en recuperar tiempo a Van der Haar, pegó un tirón para ser líder hasta que… ¡se fue al suelo por segunda vez! Vandeputte lo aprovechó para seguir su estela, hasta que en una recta tiró de su enorme potencia para superarle y llevarse el triunfo. Orts, que llegó a rodar quinto en los últimos compases, logró superar a Vanthourenhout para cerrar el podio. A seguir soñando en grande.