La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó la solicitud de Mark Meadows, exjefe de gabinete de la Casa Blanca bajo Trump, de trasladar su caso de interferencia electoral en Georgia a una corte federal. La corte consideró que Meadows no actuaba como funcionario federal tras las elecciones de 2020, en las cuales Biden ganó Georgia, un estado que no elegía a un demócrata desde 1992. Meadows, junto con otros tres coacusados que también apelaron sin éxito, enfrenta cargos relacionados con una supuesta conspiración para alterar los resultados en Georgia.
Meadows, uno de los 18 coacusados en el caso, se declaró inocente de los dos cargos en su contra. Los tres coacusados —David Shafer, Shawn Still y Cathleen Latham— argumentaron que actuaban bajo la autoridad federal, en su rol de electores republicanos. No obstante, el Tribunal de Apelaciones del Distrito Norte de Georgia rechazó su argumento, reafirmando la jurisdicción estatal sobre el caso.