Un final soñado y triunfal. Espectacular, extraordinaria, excelente, sensacional, velocista y exitosa. Así ha sido el último “servicio” (como toda su carrera) en el Critérium de Singapur del Tour de Francia del considerado por muchos como el mejor velocista de todos los tiempos.
El velocista Sir Mark Cavendish se ha retirado este domingo 10 de noviembre en Singapur del ciclismo profesional. Y lo ha hecho a lo grande llevando el 35 en el pecho de su maillot: ganando al sprint por delante de otros dos posibles ciclistas que pueden seguir su estela ganadora, Jasper Philipsen y Arnaud de Lie.
Antes, tuvo que pasar como si se tratara de una estrella de Hollywood por la pasarela más emotiva de su vida. Todos los participantes con bicicleta en mano y de pie le han abierto paso para homenajear a un ciclista que cuenta con 165 victorias oficiales en el ciclismo profesional. Un deporte que ha sido una de sus principales pasiones a la que ha dedicado durante dos décadas.
Éxitos, caídas, abandonos, lesiones, discusiones, depresiones… La carrera del ciclista de 39 años no ha sido fácil. Pero, su personalidad fuerte, su siempre alma de ganador, nato y fuerza mental le han llevado a ser una de las leyendas de un deporte en donde ha alcanzado todos los récords posibles. El más espectacular y emotivo lo consiguió este año al alcanzar su victoria 35 en el Tour de Francia 2024, con la que superó a Eddy Merckx. Un deporte que también le ha enseñado ser mejor persona, ciclista y padre, tal como expresaba al terminar el Tour de este año.
Un deportista enamorado de un deporte en donde no se cansó de ganar. En total, 165 triunfos oficiales. La última en el Tour que le llevó a sentarse en la misma mesa de otra leyenda, Merckx. Aparte de las 35 victorias en Francia, ‘Cav’ ha alzado los brazos en otras 17 ocasiones en el Giro de Italia, y tres en la Vuelta a España. Además de ganar mundiales y europeos tanto en pista (2005-2016) como en ruta (2011). Un ciclista total que también ganó etapas en vueltas de una semana y clásicas como la Millán San Remo y la Kuurne-Brusseles-Kuurne.
El Tour de Francia, una carrera de amor y odio en donde ha triunfado en muchas ocasiones con victorias espectaculares, como su cuarta victoria consecutiva en el sprint de los campos Elisios en 2012 guiado por el histórico Bradley Wiggins. O su sensacional triunfo en 13ª etapa en Carcasona de la edición del 2021, donde consiguió cuatro victorias más.
Pero también ha vivido un infierno en algunas ocasiones en la Grande Boucle, como el calvario que vivió en la etapa 11 de los Alpes, en donde llegó tras el corte de tiempo. Un momento que puso de manifiesto sobre todo el peso psicológico que soportan los velocistas en las montañas, donde el objetivo es la supervivencia, no la victoria. Cavendish terminó esa jornada con un dolor untado en su cara, pero con su siempre compromiso de acabar.
El ciclista de la isla de Man ha disfrutado y vivido una de sus mejores etapas de su vida, tal como afirmaba en Niza tras acabar su último Tour de Francia. “He sido muy, muy afortunado de tener la carrera que he tenido, de trabajar con la gente que he tenido, de conocer a la gente que he conocido y de haber podido vivir un sueño, el sueño de todo el mundo”. Un sueño hecho realidad que no hubiera conseguido sin su siempre incondicional soporte, su familia. Además, de los equipos con sus directores y ciclistas que siempre han confiado en su calidad para conseguir el éxito.
Un ciclista que se ha ganado el calificativo de leyenda, muchas veces muy usado a la ligera. Pero, tras su marcha se abre el debate de si habrá otro ciclista de su talla que pueda intentar alcanzar su nivel y dejar el mismo legado personal y ciclista que ha inscrito Cavendish en la historia del ciclismo mundial.