DÍA DE TODOS LOS SANTOS – 1 DE NOVIEMBRE
Octubre se cerró con la noche de Halloween. Vampiros, brujas, fantasmas y otros seres sobrenaturales han guardado sus trajes hasta el próximo año. Así, y como cada noviembre, el nuevo mes se inaugura con la celebración del día de Todos los Santos, una festividad de origen celta que adquirió un nuevo significado con la llegada de la Iglesia Católica.
Este 1 de noviembre es una ocasión para honrar a los santos que se encuentran en el cielo, a los reconocidos por la iglesia como sagrados, y a los que aún no han sido canonizados.
En este sentido, y desde hace siglos, es frecuente que en esta fecha los cementerios se llenen de flores e incremente el número de visitas. Además, la cantidad del número de liturgias en recuerdo de amigos y familiares también aumenta.
La celebración se remonta al papa Bonifacio IV, que inició formalmente el Día de Todos los Santos un 13 de mayo en el año 609, cuando dedicó el Panteón de Roma como iglesia en honor a la Virgen María y a todos los mártires, según ‘CNN’.
Sin embargo, esta se traslada posteriormente para el primer día del onceavo mes, luego de que el papa Gregorio III dedicara una capilla en la Basílica de San Pedro de Roma en gloria a todos los santos durante su orden, entre el año 731 y 742.
El Día de Todos los Santos insta a que los feligreses conozcan la vida y obra de los beatos y se inspiren en ella como un acto de ejemplo a seguir en cuanto a su fe y fiel servicio por el Señor, según la religión.
Según el calendario romano, esta fecha se celebra seguida al Día de los Fieles Difuntos, donde se conmemora a las almas de los justos que permanecen en el purgatorio y de los seres queridos que ya no están.
DÍA DE LOS MUERTOS – 1 Y 2 DE NOVIEMBRE
El 2 de noviembre se conmemora el Día de los Muertos en todo el mundo. Es una celebración enfocada en aquellas personas que ya no están y son recordadas en esta jornada para honrar su memoria.
Esta tradición tiene sus raíces principalmente en México, pero también se extiende a otros países de Latinoamérica y el mundo que se sumaron a esta festividad. La misma se trata de una jornada dedicada a la veneración y a celebrar con los seres queridos la alegría de haber coincidido con las personas que ya no están y tener presente su espíritu con algunos rituales específicos.
Sus orígenes se remontan a las civilizaciones prehispánicas mexicanas como los aztecas, mexicas, purépechas, nahuas y totonacas, que rendían culto a la muerte. Estas culturas veían la muerte como parte integral de la vida y creían en la existencia de un ciclo continuo. Posteriormente, con la llegada de los españoles en el siglo XVI y su influencia cristiana, la festividad se fusionó con tradiciones católicas como el Día de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos.
Actualmente, el Día de los Muertos es una síntesis de estas tradiciones prehispánicas y católicas y se celebra principalmente el 1 y 2 de noviembre, con altares, ofrendas y visitas a los cementerios para recordar y honrar a los seres queridos fallecidos. En 2008, la UNESCO declaró esta festividad como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Cuando se acerca el Día de Muertos, se preparan diversas actividades y eventos, como la colocación de una ofrenda en las casas. Consiste en un altar con varios niveles decorados con elementos simbólicos y objetos que los difuntos apreciaban en vida. Los elementos comunes incluyen fotografías, velas, flores de cempasúchil, calaveras de azúcar, papel picado, comida típica, agua, sal y pan.
Cada uno de estos elementos tiene un significado específico para guiar y recibir a los espíritus durante su visita en estas fechas. La ofrenda del Día de Muertos es una manera de dar la bienvenida a sus espíritus durante los días en que se cree que regresan al mundo de los vivos. Los elementos de la que se ofrecen están diseñados para guiar, alimentar y complacer a los difuntos, asegurando que su visita sea agradable y cercana a sus seres queridos.