Hinchcliffe, llamó a Puerto Rico “isla flotante de basura” durante el preámbulo del discurso de Trump ante el público neoyorquino, lo que provocó críticas inmediatas de todo el espectro político y descarriló lo que se suponía que iba a ser una noche notable para el expresidente en la recta final de su campaña.
No era la primera vez que Hinchcliffe hacía el comentario sobre Puerto Rico: la practicó un día antes del mitin de Trump, en el club de la comedia The Stand de Nueva York, donde hizo una aparición sorpresa el sábado por la noche, según un productor de NBC News y otras tres personas que se encontraban entre el público.
El chiste no provocó risas, sólo un puñado de risitas incómodas. Hinchcliffe aseguró a la audiencia que actuaría en el mitin del Madison Square Garden al día siguiente y dijo varias veces durante su rutina que obtendría una mejor reacción “mañana en el acto”.
El comediante tenía previsto viajar a Puerto Rico esta semana y presentarse en Gala, uno de los principales centros turísticos de San Juan, y en la zona exclusiva de Palmas del Mar en Humacao, pero las administraciones de ambos lugares cancelaron su acto.
Los líderes de todos los partidos políticos de Puerto Rico, así como renombrados artistas como Ricky Martin y Residente, han expresado desde el pasado domingo su rechazo a las declaraciones del comediante.
Por su parte, Trump afirmó –días después de lo ocurrido— durante una mesa redonda en Drexel Hill, Pennsylvania, que “nadie ha hecho más por Puerto Rico que yo”, en medio de la controversia por los insultos racistas a la isla y su comunidad latina que ha sacudido su campaña a días de los comicios del 5 de noviembre.
“Los ayudamos a superar muchas tormentas fuertes. Le diré que tuvimos algunas realmente malas. ¿Recuerda que estaba allí cuando traje el barco hospital, en contra del consejo de todos, y lo llevamos allí y atendimos a mucha gente? Pero creo que nadie ha hecho más por Puerto Rico que yo. Así que gracias. Eso es realmente lindo”, le respondió Trump a Maribel Valdez un miembro del panel originario de Puerto Rico que le aseguró que la isla lo apoyaba.
Además, el republicano trató de poner distancia con el comediante, pero evitó condenar sus declaraciones o pedir disculpas por haberlo tenido como invitado en su acto en el Madison Square Garden del domingo por la noche.
“Aún no tengo idea de quién [el comediante] es. Alguien me dijo que un comediante había hecho un chiste sobre Puerto Rico. No sé quién es, nunca lo vi, nunca había escuchado sobre él, no quiero oír sobre él. Ellos pusieron un comediante, lo que hace todo el mundo, no son vetados, nadie enloquece, no es culpa de nadie. […] Lo que han hecho es tomar a alguien que no tiene nada que ver con el partido, que no tiene que ver con nosotros y dice algo y tratan de crear un gran problema con eso”, afirmó Trump durante una entrevista con el presentador Sean Hannity de la cadena conservadora Fox News.
Los habitantes de Puerto Rico, un Estado Libre Asociado a Estados Unidos, no pueden votar por presidente en las elecciones, pero sí participan en esos comicios los más de 5 millones de puertorriqueños que viven en territorio estadounidense.