Tras su poderoso discurso en la Convención Nacional Demócrata en agosto, Michelle Obama subió escenario en el mitin de Kamala Harris en Kalamazoo, Míchigan, para llamar a todos a movilizarse («Do something!») para lograr la victoria el próximo 5 de noviembre.
«Si queremos ayudar a este país a pasar página por fin a la política del odio y la división, no podemos quedarnos sentados y quejarnos. ¡No! Tenemos que hacer algo. La exprimera dama criticó que a Kamala Harris se le exija un estándar más alto frente a su rival, quien fue encontrado culpable de 34 delitos en un histórico juicio por ocultar un pago a cambio de silencio a la exestrella porno Stormy Daniels. «Esperamos de ella que sea inteligente y elocuente, que tenga un conjunto claro de políticas, que nunca muestre demasiada ira, que demuestre una y otra vez que pertenece al partido, pero de Trump, no esperamos nada en absoluto, ni comprensión de la política, ni capacidad para elaborar un argumento coherente, ni honestidad, ni decencia, ni moral», señaló.
En este sentido, Michelle Obama dedicó buena parte de su discurso a explicar las graves consecuencias que la eliminación del derecho federal al aborto ha traído para la vida de miles de mujeres estadounidenses, y pidió a los hombres que se sumen a la lucha de los derechos reproductivos de sus novias, esposas y hermanas para evitar que sean políticos y no ellas quienes decidan sobre lo que deben hacer con su cuerpo. «Un voto para Donald Trump es un voto contra nosotros mismos, nuestra salud, nuestro valor», enfatizó.