Un reciente brote de infecciones por Escherichia coli (E. coli) generó alerta en Estados Unidos, luego de que las autoridades sanitarias confirmaran que al menos 50 personas, que comieron en la cadena de hamburgueserías McDonald’s resultaron afectadas por esta bacteria, y una de ellas perdió la vida.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) indicaron que todas las personas afectadas reportaron haber comido en la cadena de comida rápida “antes de que empezara su enfermedad, y la mayoría mencionó específicamente haber comido la hamburguesa de un cuarto de libra”.
La bacteria Escherichia coli (E. coli) , productora de toxina Shiga, puede encontrarse en alimentos como carnes crudas o mal cocidas o en vegetales no lavados adecuadamente, como las cebollas o lechugas.
“McDonald´s informó a los CDC que, mientras continúa la investigación, retiró de manera proactiva las cebollas cortadas y la carne usadas en las hamburguesas de un cuarto de libra en los restaurantes de los estados afectados”, agregó el comunicado del organismo sanitario estadounidense. Hasta el momento, las autoridades reportaron 49 casos confirmados en 10 estados, de los cuales 10 requirieron hospitalización, según informaron.
La gravedad de los cuadros llevó a las autoridades a investigar el origen y la naturaleza de este brote, temiendo que las infecciones puedan derivar en casos de síndrome urémico hemolítico (SUH), una enfermedad que, aunque poco frecuente, puede causar insuficiencia renal y afectar a otros órganos, sobre todo en pacientes pediátricos.
La carne picada es especialmente vulnerable a la contaminación por E. coli y debe cocerse completamente
El síndrome urémico hemolítico es una enfermedad grave que se produce principalmente por la ingesta de alimentos o agua contaminados con la bacteria E. coli productora de la toxina Shiga (STEC), que daña los vasos sanguíneos en los riñones, provocando trombos y, en última instancia, insuficiencia renal.
Según explicó el nefrólogo pediátrico del Hospital de Clínicas de Buenos Aires Diego Ripeau, esta afección se caracteriza por la destrucción de glóbulos rojos (anemia hemolítica) y la disminución de plaquetas en la sangre, lo cual compromete múltiples órganos, especialmente los riñones.
La E. coli STEC se encuentra frecuentemente en carnes crudas o mal cocidas, especialmente en carne picada utilizada para hamburguesas. Durante el proceso de picado, la bacteria puede pasar de la superficie al interior de la carne, donde es difícil eliminarla con la cocción si no se alcanzan los 70 °C, temperatura a la que la bacteria muere.
Otros alimentos de riesgo incluyen leche no pasteurizada, vegetales y frutas sin lavar adecuadamente. El médico pediatra y nefrólogo infantil de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) Miguel Liern señaló que la transmisión del SUH también se puede dar a través de la contaminación cruzada, cuando los utensilios o superficies usados para cortar carne cruda se emplean en alimentos cocidos.
Lavar frutas y verduras bajo agua segura reduce el riesgo de contaminación por E. coli (Getty)
Dado que no existe un tratamiento específico para el SUH, los especialistas enfatizan la importancia de la prevención. En ese sentido, Ripeau subrayó la necesidad de buenas prácticas de higiene en el hogar y en la cocina para evitar el contagio. Entre las recomendaciones para reducir el riesgo de infección se encuentran:
- Cocción completa de las carnes: asegurarse de que las carnes, especialmente la carne picada, estén bien cocidas, sin partes rojas ni jugos rosados en su interior. La bacteria E. coli causante del SUH muere a más de 72 °C.
- Evitar la contaminación cruzada: emplear distintos utensilios para alimentos crudos y cocidos, y limpiar profundamente las superficies de trabajo tras su uso. Las tablas de madera pueden retener bacterias y se desaconsejan.
- Consumo de lácteos pasteurizados: optar siempre por productos lácteos pasteurizados, ya que el proceso de pasteurización elimina bacterias contaminantes.
- Higiene en frutas y verduras: lavar cada hoja de vegetales y frutas bajo agua segura antes de consumirlas.
- Lavado de manos: Antes de manipular alimentos y tras tener contacto con animales, es fundamental el lavado de manos con agua y jabón, especialmente en menores de edad.
La contaminación cruzada entre alimentos crudos y cocidos es una vía de transmisión de E. coli (Getty)
El SUH afecta principalmente a niños menores de cinco años y se desarrolla en varias etapas, indicó Ripeau. La infección comienza cuando la bacteria E. coli llega al intestino y produce una diarrea severa, a menudo acompañada de sangre, vómitos y dolor abdominal.
A los pocos días, los pacientes pueden experimentar palidez, debilidad, fatiga, petequias (pequeñas manchas rojas en la piel), hematomas y disminución de la diuresis, lo que puede derivar en edemas e hipertensión. En casos más graves, los afectados pueden sufrir convulsiones y daño neurológico, y la enfermedad puede llegar a ser letal.
El nefrólogo y miembro de la SAP Lucas Lucarelli añadió que debido a la falta de un tratamiento específico, los médicos se enfocan en mantener el equilibrio de líquidos y electrolitos y en manejar las complicaciones renales y la anemia. Las complicaciones a largo plazo, como insuficiencia renal crónica, son frecuentes en niños que desarrollan el SUH, y se requiere un control médico regular con un nefrólogo pediátrico.
El SUH es la principal causa de insuficiencia renal aguda en niños, según la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., y los expertos destacan que tanto la prevención como la detección temprana son esenciales para mejorar las posibilidades de recuperación y reducir la tasa de casos graves.