La cárcel del condado de Cobb ha comenzado a utilizar nuevos robots centinela desarrollados por DEKA Research and Development Corporation. Estas máquinas, de casi seis pies de altura, están equipadas con cámaras, micrófonos y sensores de calor, y tienen como objetivo reforzar la seguridad en las instalaciones penitenciarias, detectando situaciones que podrían pasar desapercibidas para el ojo humano.
El sheriff del condado de Cobb, Craig Owens, explicó que tres robots patrullarán diferentes áreas de la cárcel durante un periodo de prueba de 90 días. Estarán encargados de detectar contrabando, emergencias médicas y posibles actos de violencia, contribuyendo a mejorar la seguridad y la eficiencia operativa dentro de la instalación de 12 acres.
Según Owens, estos robots no reemplazarán a los agentes humanos, sino que complementarán su trabajo, haciendo que las operaciones sean más efectivas y seguras. Además, cada robot estará monitoreado a distancia por una persona, asegurando una supervisión constante y precisa.
El proyecto piloto no ha supuesto un coste para la Oficina del Sheriff del Condado de Cobb, y la decisión de adquirir los robots dependerá de su efectividad en estos tres meses de prueba. Owens destacó que, si funcionan bien, podrían marcar un punto de inflexión en las operaciones penitenciarias a nivel nacional.