El periodista guatemalteco José Rubén Zamora Marroquín, excarcelado el pasado 19 de octubre tras poco más de 800 días en prisión, recibió este lunes por la noche, en su residencia, la visita del presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo de León, donde mantuvieron un «diálogo franco y respetuoso».
Así lo confirmó de manera oficial el Gobierno de Arévalo de León, tras la salida de la cárcel de Zamora Marroquín hace 48 horas, avalado por un juez penal el viernes 18 de octubre.
La reunión de esta noche tuvo lugar en la residencia de Zamora Marroquín, la misma donde el comunicador fue detenido el 29 de julio de 2022, solamente cinco días después de lanzar duras críticas por corrupción al Gobierno de Alejandro Giammattei (2020-2024).
«Durante la conversación, (Zamora y Arévalo de León) discutieron la relevancia de la liberación de Zamora como una oportunidad para cesar la persecución política en Guatemala y la liberación de quienes aún sufren de una prisión, fruto de investigaciones espurias y medidas arbitrarias», informó el Gobierno.
Ambos también conversaron sobre «proyectos de país que contribuyen al fortalecimiento de las instituciones democráticas, en particular, el papel del periodismo y la libertad de expresión en la construcción de una Guatemala más justa y transparente».
Según la misma fuente, el diálogo fue «franco y respetuoso», con el «enfoque» en temas trascendentales para el «futuro» del país centroamericano.
Arévalo de León ya se había pronunciado el 18 de octubre, cuando el juez penal Erik García aprobó la solicitud de arresto domiciliario solicitada por Zamora Marroquín y sus abogados, ante los más de 800 días en prisión preventiva.
«Zamora vuelve a casa. La justicia comienza a llegar, el ciclo oscuro va a terminar», subrayó Arévalo entonces mediante sus canales oficiales.
Familiares del periodista acudieron el sábado pasado a la cárcel del cuartel militar Mariscal Zavala, donde se encontraba encarcelado el periodista de 68 años, señalado por supuesto lavado de dinero, pero sin sentencia en su contra y con un juicio anulado durante los dos años sin libertad.
De acuerdo a expertos, el proceso judicial enfrentado por Zamora Marroquín fue parcial e irregular, debido a que tuvo que cambiar de abogado defensor en al menos cuatro ocasiones por la persecución judicial sufrida por cada uno de ellos de parte del Ministerio Público (Fiscalía), cuya cúpula está sancionada por Estados Unidos.
En 2024, el periodista fue reconocido con el premio Gabo a la excelencia y durante su encarcelamiento fue respaldado abiertamente por los Gobiernos de países como Estados Unidos y España.
En su estadía en prisión durante el Gobierno de Giammattei, el periodista aseguró haber bajado más de 35 kilos de peso, sufrir de enfermedades respiratorias, haber sido sometido a tortura psicológica y obligado a habitar en una galera de menos de cuatro metros de longitud.