Jorge Vargas Roca, alcalde de San Rafael, Bolivia, no pudo contener las lágrimas durante un acto que celebraba una fiesta nacional. ¿La razón? Los incendios, que asolaron al departamento de Santa Cruz y llevaron al Gobierno de Bolivia a declarar desastre nacional, consumieron más del 60% de las 981.000 hectáreas que abarca su municipio.
“Estamos ante un evento nunca visto, una catástrofe ecológica sin precedentes dentro de nuestro departamento, de nuestro país, las autoridades nacionales dicen que son 7 millones de hectáreas, pero nosotros que estamos en el lugar y que tenemos relacionamiento con otras instituciones estamos hablando de 10 millones de hectáreas. Esto es una catástrofe de magnitudes épicas, jamás nosotros habíamos vivido en nuestros años de historia una situación tan complicada y difícil como la que estamos viviendo”, dijo este viernes el alcalde a CNN.
Los feroces incendios, que dejan destrucción a su paso, iniciaron en Bolivia a mediados de junio, recordó el alcalde, quien atribuyó la situación a la sequía prolongada que afecta a la región.
“Esa era la situación por la que nosotros pedíamos ayuda a la brevedad posible, porque en municipios pequeños como el mío cuando se acaban los recursos, no tenemos la capacidad económica ni logística de atender los incendios”, comentó.
El humo ha provocado que la calidad del aire en Santa Cruz, capital del departamento que lleva el mismo nombre y donde se sitúa San Rafael, superara este martes el rango de “extremadamente mala”, de acuerdo con la estatal Agencia Boliviana de Información. Este jueves, tras registrarse lluvias, la calificación del aire volvió a la categoría “buena” y pudieron retomarse las clases presenciales, según la misma agencia de noticias.
Jorge Vargas Roca explicó la gravedad de la situación y añadió que los incendios siguen afectando las áreas protegidas de la región.
“Por eso era la desesperación, (por eso) esas imágenes que se han hecho virales a nivel internacional de una autoridad quebrada en un evento que debería ser de regocijo, es justamente por mi área protegida que estaba también en llamas y toda esa fauna, toda esa cantidad de animales que estaba siendo afectada por el fuego”, comentó.
La esperanza del alcalde es que la viralización del video que lo muestra llorando sirva para llamar la atención sobre los graves efectos del cambio climático.
“El cambio climático es una realidad. Está aquí y tenemos que convivir y aprender a convivir con los cambios erráticos. Por ejemplo, en nuestra región, los espacios de lluvia que son tan marcados. Está la época seca y la época de lluvia, tenemos prácticamente dos estaciones en el año: la lluviosa y la seca. Entonces, las lluvias se han retrasado y la seca se ha hecho más prolongada. La situación se vuelve mucho más compleja”.