La Unión Europea exigió este viernes (11.10.2024) una investigación «exhaustiva e independiente» para aclarar las circunstancias de la muerte de la periodista ucraniana Viktoria Roshchina, que fue detenida en la parte ocupada por Rusia de la región de Zaporiyia en agosto de 2023 y que ha fallecido en cautiverio ruso.
«La UE reclama una investigación exhaustiva e independiente que aclare lo antes posible todas las circunstancias de la muerte de Viktoria Roshchina», afirmó en un comunicado un portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) que dirige Josep Borrell.
En esta línea, la UE se muestra «profundamente preocupada» por el «continuo acoso, intimidación y violencia» de Moscú contra los periodistas y trabajadores de los medios de comunicación que cubren zonas de guerra, a quienes «se les debe garantizar la seguridad y la protección en todo momento».
«Condenamos firmemente los asesinatos, las agresiones físicas, las detenciones arbitrarias, la intimidación, el acoso y la vigilancia en línea y fuera de línea que en ocasiones enfrentan los periodistas mientras ejercen su profesión», dice el comunicado del SEAE antes de subrayar que «no puede haber impunidad para las violaciones de derechos humanos y los abusos contra periodistas».
«Trágico recordatorio»
En este contexto, el bloque transmite su «consternación» por la muerte de la periodista ucraniana «mientras se encontraba detenida ilegalmente y arbitrariamente en Rusia», al tiempo que traslada su pésame a su familia y amigos.
«Su destino es un trágico recordatorio de los miles de personas detenidas en los territorios ucranianos ocupados y en Rusia», enfatiza el texto.
Las autoridades ucranianas anunciaron ayer que la periodista ucraniana Viktoria Roshchina, detenida en la parte ocupada por Rusia de la región de Zaporiyia en agosto de 2023, había muerto en cautiverio ruso.
La informadora, de 28 años, trabajaba como ‘freelance’ para varios medios ucranianos, como el diario Ukrainska Pravda, e internacionales, como Radio Free Europe, y fue detenida mientras realizaba una cobertura en la ciudad de Berdiansk, en el sur del país y bajo control ruso.
Un portavoz de los servicios secretos ucranianos, Andrí Yusov, dijo por su parte a la cadena pública Suspilne que Roshchina iba a ser incluida en uno de los próximos intercambios de prisioneros y estaba previsto que fuera devuelta a su país «en el futuro inmediato».