El huracán Milton avanzaba el miércoles hacia una colisión potencialmente catastrófica a lo largo de la costa oeste de Florida, donde algunos residentes insistieron en que se quedarían después de que se ordenara evacuar a millones de personas y las autoridades advirtieran que los rezagados tendrían escasas opciones de sobrevivir.
La zona de Tampa Bay, donde viven más de 3.3 millones de personas, enfrentaba la posibilidad de destrucción generalizada tras más de un siglo sin recibir el impacto directo de un huracán de categoría 3 o más.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos predijo que Milton, una monstruosa tormenta de categoría 5 durante buena parte de su trayectoria hacia la costa, probablemente se debilitaría pero mantendría una categoría 3 o más cuando tocara tierra el miércoles por la tarde.
“Milton tiene el potencial de ser uno de los huracanes más destructivos registrados en el oeste-centro de Florida”, advirtió el centro de huracanes.
La madrugada del miércoles, el sistema tenía su centro unos 485 kilómetros (300 millas) al sureste de Tampa, con vientos máximos sostenidos de 260 kilómetros por hora (160 millas por hora), según el Centro Nacional de Huracanes. Se desplazaba al nordeste a 22 km/h (14 mph) y se esperaba que mantuviera esa dirección con un incremento en su velocidad durante toda la jornada, hasta tocar la noche del miércoles o la madrugada del jueves. Se esperaba que virase al este-nordeste el jueves y el viernes.
Las fuertes precipitaciones empezaban a extenderse el miércoles por la mañana por partes del suroeste y el oeste central de Florida antes de la llegada del meteoro, y se esperaba que el tiempo empeorase en toda la costa del Golfo en Florida durante el día.
Las previsiones eran de entre 15 y 31 cm (de 6 a 12 pulgadas) de lluvia, que en algunos lugares podrían alcanzarlos 46 cm (18 pulgadas), en el centro y el norte de Florida hasta el jueves. Eso aumentaba el riesgo de inundaciones catastróficas y con riesgo para la vida, y desbordamientos en ríos entre moderados y graves. Era probable que el miércoles se produjeran varios tornados en zonas del centro y el sur de Florida.
Los meteorólogos esperaban que el sistema conservara la fuerza de huracán al atravesar el centro de Florida el jueves en una ruta al este, hacia el océano Atlántico. La ruta exacta seguía siendo incierta y los expertos variaron el martes la estimación de su recorrido ligeramente al sur de Tampa.
Miles de autos que huían atascaron las autopistas de Florida antes de la tormenta, pero el tiempo para evacuar se acababa el miércoles. La alcaldesa de Tampa, Jane Castor, advirtió que una marejada ciclónica de 4.5 metros (15 pies) podría tragarse una casa entera.