Sin duda es un hecho histórico tener a la primera mujer presidenta en México. Pero más lo será cuando logre la aprobación popular por mérito propio.
Claudia Sheinbaum hereda el cariño y seguidores de AMLO a quien le dedicó casi el 50 por ciento de su mensaje, en alusiones directas e indirectas, en la toma de posesión en el Congreso de la Unión. Lo describió como “uno de los grandes” en la historia de México, el luchador social más importante de la historia moderna. “El Presidente más querido que inició la revolución pacífica de la Cuarta Transformación y que estará siempre en el corazón del pueblo de México”, dijo.
En su mensaje de toma de posesión la presidenta reafirmó que después de 503 años “llegamos las mujeres a conducir los destinos de nuestra hermosa Nación. Y digo llegamos, porque no llego sola, llegamos todas”. Y sí, hubo una fuerte presencia protagónica de las mujeres en los eventos de inicio de gobierno; desde el diseño y realización de su hermoso vestido, la confección e imposición de la banda, la escolta, el grupo musical y los rituales del bastón de mando que fueron liderados por mujeres.
Más allá de sus propuestas ya conocidas en campaña, el principal reto de Claudia será crear confianza en su palabra para unir a la población mexicana. AMLO utilizó a la posverdad como estrategia electoral y nos hizo mucho daño al polarizar a la sociedad y mentir, entre otras cosas.
Sheinbaum deberá demostrar con hechos que hay garantías en la aplicación del estado de derecho y certidumbre para el desarrollo. Que efectivamente es demócrata y que cuidará a las instituciones de contrapeso.
Genera dudas por el exceso de elogios a su antecesor. Sin embargo, los “otros datos” de AMLO le sirvieron para hablar del Humanismo Mexicano que aseguró continuar con la Cuarta Transformación.
En continuidad al régimen anterior, señaló que los principios que sustentarán su gestión son: 1) primero los pobres y austeridad republicana; “no puede haber gobierno rico, con pueblo pobre”; 2) combate a la corrupción; “la honestidad da resultados”; 3) gobierno del pueblo, “con el pueblo todo, sin el pueblo nada”; y 4) libertad, “México con justicia, democracia y libertad.
Posteriormente señaló algunas líneas de trabajo: el cuidado del medio ambiente y los recursos naturales; igualdad sustantiva para todos; política fiscal responsable; proporción razonable entre deuda y Producto Interno Bruto; promoción de la inversión pública y la inversión privada; no aumentar el precio de las gasolinas, diésel, gas doméstico ni electricidad en términos reales y mantener el costo de la canasta básica.
Así mismo, fortalecer la cooperación económica con Estados Unidos y Canadá, “es claro que entre nosotros no competimos, nos complementamos y, además, generamos las condiciones para una mayor consolidación de la economía de todo el continente en una visión de presente y futuro de la economía mundial”.
Ofreció continuar con el aumento del salario mínimo, con los programas del bienestar agregando el de las mujeres de 60 a 64 años y la beca universal para educación básica. En el tema de salud, habló de consolidar el IMSS-bienestar como el mejor sistema de salud pública gratuita y de calidad.
En materia de infraestructura continuará con los trenes, “porque significa desarrollo regional, empleos, turismo y prosperidad compartida”, expresó.
De lo nuevo, destaca quizá la apertura en el tema de energía al referir el programa de transición energética hacia fuentes renovables, el proyecto de economía circular en Tula, Hidalgo, la creación del Consejo Nacional con empresarios para el nearshoring, la creación de la Secretaría de las Mujeres, la semana laboral de 40 horas, la ley contra el maltrato a animales, el satélite en órbita y el Programa contra la violencia doméstica. De igual forma, las farmacias del bienestar, las reformas en materia de equidad de género que consideran la disminución de la brecha salarial, prohibir el nepotismo y la no reelección.
En materia de seguridad, aunque la próxima semana presentará su estrategia, mantiene los cuatro ejes de su antecesor en atención a las causas; inteligencia e investigación; fortalecimiento de la Guardia Nacional; y cero impunidad.
Fue alentadora la referencia a las heroínas, conocidas y anónimas, pero el reto será hacer realidad los apoyos y políticas públicas en beneficio de ellas y dejar a un lado el interés político. La presencia de una mujer en altos niveles de gobierno no garantiza nada.
Claudia necesita desmarcarse para que realmente sea orgullo para las mujeres.
Leticia Treviño es académica con especialidad en educación, comunicación y temas sociales, leticiatrevino3@gmail.com