Jimmy Carter es desde este martes 1 de octubre el primer expresidente de Estados Unidos que cumple 100 años. Además, es el que ha sobrevivido más tiempo a su presidencia, más de cuatro décadas. Se convierte en un expresidente centenario tras 19 meses en cuidados paliativos y con el deseo de sobrevivir al menos unas semanas más para poder votar en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre por Kamala Harris.
Carter viene acumulando elogio tras elogio en este tiempo de descuento. Los homenajes se suceden con motivo de su centenario, aunque su estado físico de postración le impidan disfrutarlos con plenitud. El Centro Carter anunció el 18 de febrero de 2023 que el expresidente había decidido renunciar a otros tratamientos médicos y someterse a cuidados paliativos en su modesta casa de siempre, en Plains (Georgia), el pueblo donde su familia se dedicaba al cultivo del cacahuete. Nadie esperaba una supervivencia tan prolongada.
El anuncio generó una oleada de mensajes de apoyo y una relectura de su presidencia, que ahora se ve como algo incomprendida y desafortunada, pero que gana con el paso del tiempo. Su 99º cumpleaños, el 1 de octubre pasado, ya se convirtió en un primer homenaje de despedida en vida en el que se glosaron los logros de su presidencia y los posteriores. Nadie imaginaba por entonces que sobreviviría otro año más sometido a cuidados paliativos y que los homenajes se multiplicarían.
Un concierto benéfico que será televisado este martes y la construcción de 30 nuevas viviendas son algunas de las muchas celebraciones con motivo del centenario de Carter. El concierto, celebrado en el Fox Theatre de Atlanta a principios de septiembre y al que el expresidente no pudo asistir, recaudó fondos para apoyar los programas internacionales del Centro Carter. Actuaron B-52s, BeBe Winans, Angélique Kidjo, Chuck Leavell y muchos otros.
Las nuevas casas en St Paul (Minnesota) forman parte de los miles de viviendas que se han construido gracias a la relación que Carter y su difunta esposa, Rosalynn, mantuvieron durante décadas con la organización sin ánimo de lucro Habitat for Humanity. Carter dijo en repetidas ocasiones que trabajar con la organización era una forma de poner en práctica su fe cristiana.
Jimmy Carter y Rosalyn Carter, trabajando en la rehabilitación de viviendas con la organización Habitat for Humanity, en Nueva York.Bill Tompkins (Getty Images)
Carter, elegido en 1976, fue presidente de un solo mandato, como ahora Joe Biden. Su etapa también se vio afectada por la elevada inflación y la inestabilidad internacional, que erosionaron su popularidad. Fue barrido en las urnas por Ronald Reagan en 1980, aunque ahora se admitan con la distancia algunos de sus logros.
Además, Carter ha sido reconocido casi unánimemente como un gran expresidente. Logró en 2002 el premio Nobel de la Paz por su labor en la búsqueda de soluciones pacíficas a los conflictos internacionales, el avance de la democracia y los derechos humanos y el fomento del desarrollo económico y social, un trabajo que ha desarrollado a través del Centro Carter. Su legado incluye también su trabajo para erradicar el gusano de Guinea, una enfermedad dolorosa pero olvidada.
El último acto público en el que participó fue el funeral de su esposa, Rosalynn Carter, fallecida el 19 de noviembre del año pasado a los 96 años. Acosada por la demencia, la primera dama murió pocos días después de darse a conocer que pasaba a cuidados paliativos. Acompañado por sus sucesores Bill Clinton y Joe Biden, Carter asistió al responso desde la primera fila, sentado en una silla de ruedas y cubierto por una manta tejida en homenaje a la familia.
Jimmy Carter, en 1979 en Elk City (Oklahoma), cuando era presidente. Bettmann (Getty Images)
Su nieto Jason Carter glosó su figura en la última convención demócrata, celebrada en Chicago en agosto pasado: “Él y mi abuela entregaron sus vidas con una fe inquebrantable en Dios, respeto por la dignidad humana, honestidad y el compromiso de amar al prójimo como a sí mismos. Esos principios les guiaron durante toda su vida, incluidos sus cuatro años en la Casa Blanca y las cuatro décadas posteriores. Para mi abuelo nunca se trató de fama, reconocimientos, elogios o premios. Su legado se mide por las vidas que ha tocado y el bien que ha hecho”.
Jason Carter también dijo en la convención demócrata que nominó a Kamala Harris como candidata que su abuelo desearía estar allí, que la demócrata encarnaba su legado y que estaba impaciente por votar por ella. El voto anticipado en Georgia, su Estado, uno de los decisivos, comienza el 15 de octubre.