Tras el éxito del partido FPÖ el domingo (29.9.2024) en las elecciones parlamentarias en Austria, el partido se prepara para las negociaciones de coalición. «Hemos abierto la puerta a una nueva era», dijo el líder del partido, Herbert Kickl, en la fiesta electoral.
A pesar de la victoria, es probable que sea difícil que Kickl se convierta en el próximo canciller, Todos los partidos se han negado hasta ahora a trabajar con él.
Kickl ha reunido a su equipo negociador, con el programa electoral del FPÖ -llamado «Fortaleza Austria»-, como base para las negociaciones. El texto contiene posiciones sobre el asilo y la inmigración que probablemente serán rechazadas por los posibles socios de coalición.
Según los resultados oficiales provisionales, el FPÖ se convirtió por primera vez en el partido más fuerte en las elecciones del domingo, con cerca del 29 por ciento de los votos. La formación conservadora ÖVP del canciller Karl Nehammer sufrió fuertes pérdidas y se situó justo por debajo del 27 por ciento, por delante del socialdemócrata SPÖ, con un 21 por ciento.
El papel del presidente Van der Bellen (Verdes)
Estas cifras implican que la formación de gobierno será complicada: durante la campaña electoral, Nehammer descartó trabajar con Kickl, quien ya ha insistido en la pretensión de su partido de formar gobierno.
Debido a las polémicas declaraciones y posiciones de Kickl, el presidente federal, Alexander Van der Bellen, procedente de las filas de los Verdes, podría negarse a encargar al líder del FPÖ la formación de gobierno.
Van der Bellen intentará sondear qué compromisos viables podrían encontrarse. El antiguo líder de los Verdes no mencionó por su nombre al ganador de las elecciones, pero hizo un llamamiento a preservar la democracia liberal.
Ruptura de tabúes
El resultado electoral supone un punto de inflexión para Austria en varios aspectos.
Los importantes avances del FPÖ están en consonancia con la tendencia de la derecha en toda Europa.
En general, la victoria del FPÖ tiene que ver con el descontento del país. Según conclusiones de los investigadores electorales, el FPÖ se benefició enormemente de la gran insatisfacción de la población. Austria está sumida en una profunda crisis económica.
Por otro lado, Kickl ha destacado, entre otras cosas, por la ruptura deliberada de tabúes. Por ejemplo,cita la «remigración» como uno de sus objetivos políticos, según el cual los austriacos con raíces no europeas cuya integración se considere insuficiente deben ser expulsados. El líder del FPÖ también ha dicho en repetidas ocasiones que quiere convertirse en «canciller del pueblo», título que también Adolf Hitler eligió para sí mismo.