Los ataques israelíes mataron en las últimas 24 horas a nueve palestinos en la Franja de Gaza, con lo que las víctimas mortales de la ofensiva de Israel ascienden después de casi un año a 41.595, anunció el Ministerio de Sanidad del enclave, gobernado por Hamás.
Además, otras 41 personas resultaron heridas por el fuego israelí, situando en 92.251 los heridos desde el pasado octubre.
Sanidad incidió en que estas cifras no tienen en cuenta los miles de cadáveres que continúan entre los escombros del enclave, sin que las ambulancias o los equipos de rescate puedan acceder a ellos.
El último ataque, recogido por la agencia palestina de noticias Wafa, se produjo contra la localidad de Beit Lahia, en el norte de la Franja, donde «un ciudadano murió y otros resultaron heridos».
También en el norte de la Franja la aviación hebrea atacó las proximidades del hospital Kamal Adwan de Yabalia, uno de los pocos aún en funcionamiento en la parte septentrional de Gaza, matando a al menos a dos personas.
«Se recuperaron los cadáveres de dos personas en una casa de la familia Abu Nasr», recogió al respecto el servicio de Defensa Civil gazatí esta madrugada.
La capital, Ciudad de Gaza, también sufrió un bombardeo hacia las 4.00 hora local (1.00 GMT) en el que murieron otras dos personas al impactar varios proyectiles contra una vivienda familiar, y tres más resultaron heridas.
En el centro del enclave, por otro lado, un dron israelí impactó contra el campamento de Nuseirat, matando a una persona, informó Wafa.
Por su parte, el Ejército de Israel aseguró haber destruido en el corazón de la Franja un túnel utilizado por Hamás de cerca de un kilómetro de longitud.
El túnel estaba «incrustado cerca de edificios residenciales y espacios civiles», recogió un comunicado castrense.
«Dentro del túnel se descubrieron varias habitaciones y equipamiento utilizado por Hamás para estancias prolongadas», añadió.
Israel mantiene sus operaciones en la Franja de Gaza, si bien desde hace dos semanas Líbano se ha convertido en el principal foco de sus ataques, en una ofensiva contra el grupo chií Hizbulá que deja ya más de un millar de muertos al norte de la divisoria israelí.