De los siete Estados que definirán la elección presidencial de noviembre quizá la mayor incógnita sobre la participación de los más de 400.000 latinos que viven en Georgia. Un sondeo reciente muestra que los votantes potenciales en esta comunidad son los menos motivados en participar en las elecciones presidenciales entre los territorios en disputa. La respuesta de este electorado puede definir la balanza entre Kamala Harris y Donald Trump, quienes están prácticamente empatados a 40 días de los comicios en Georgia, un territorio vital. El Estado ha sumado dos millones de nuevos votantes desde la última elección presidencial, principalmente negros e hispanos.
“Georgia es crítico”, asegura Jerry Gonzalez, CEO de Galeo, una organización que ayuda a elevar el perfil político de los hispanos en el Estado. “El voto latino aquí tiene la llave para la Casa Blanca. Es lo que decimos a nuestro electorado, que tenemos mucho poder”, señala el activista y promotor del voto. En sus cálculos, una victoria aquí es esencial para Trump, pero Harris aún puede perderlo y llegar mediante otros escenarios a los 270 votos requeridos en el Colegio Electoral para hacerse con la presidencia.
“La comunidad ha sido abandonada por mucho tiempo por los dos partidos políticos y ninguno de los dos partidos está haciendo la tarea de ir a buscar a esos votantes”, explica Gonzales, quien admite que el entusiasmo es bajo entre la comunidad a semanas de la elección. El 56% de los latinos registrados para votar está interesado en participar en el proceso, de acuerdo a una encuesta de UnidosUS de inicios de septiembre. Es el número más bajo entre los siete Estados en disputa. Le siguen Carolina del Norte (58%) y Arizona (61%). Nevada, en cambio, es el más motivado (72%).
La participación de los latinos en las elecciones locales ha crecido exponencialmente. En la elección que llevó a Barack Obama a la Casa Blanca votaron 78.500 personas de las 145.000 registradas en Georgia, una participación del 53,8%. En 2020, en el proceso que marcó la vuelta de los demócratas a Washington tras la era de Trump, votaron 205.000 latinos (de 385.000 registrados). La participación fue de 53,3%, una cifra similar a la de 2016, por encima de las cifras nacionales. En 12 años, el electorado de Georgia ha sumado más de 240.000 latinos.
La organización que lidera Gonzalez, que respalda a Harris en su camino a la presidencia, tiene ahora la tarea de motivar a un electorado nuevo y menos experimentado. El promedio de edad entre los potenciales votantes indica que son perfiles milenial. Cerca del 20% de los hispanos registrados en el Estado no ha votado nunca en una elección federal. El 22% lo hará por primera vez por un presidente.
Para tratar de energizar a los votantes, Galeo ha repetido una estrategia empleada en 2020, un año donde Georgia tuvo en ascuas al resto del país por la segunda vuelta de su elección al Senado, una competencia que definiría quién tendría el control de la Cámara Alta en el arranque del mandato de Joe Biden. Los dos candidatos entonces eran negros, el reverendo Raphael Warnock, demócrata, y el exjugador de fútbol americano de la NFL, Herschel Walker, republicano. Ninguno de los dos había trabajado para acercarse a este sector del electorado, por lo que a la organización se le ocurrió lanzar una carta de lotería para promover el perfil de los aspirantes. Warnock se convirtió en El Pastor.
Ahora han sido lanzadas La Presidenta para Harris y El Condenado para Trump. “Aquí nadie ha normalizado el fenómeno de Trump porque todos tienen muy fresca su primera presidencia, donde había caos todos los días. Ahora está creando ruido al decir que la comunidad haitiana está comiendo perros y gatos. Está loco y es extremo. No podemos normalizar esas conductas horrendas porque no reflejan los valores de nuestra comunidad en Georgia”, señala Gonzalez, quien afirma que muchos latinos republicanos han dado la espalda al candidato.
Pero la historia se repite, como hace cuatro años, pues los partidos no han hecho lo suficiente por ir a la caza de los apoyos hispanos. El 51% de los votantes potenciales asegura no haber sido contactado por demócratas o republicanos a finales de agosto. Esto se da en un contexto en el que las autoridades republicanas del Estado, en control del Congreso y el Gobierno local, han hecho más difícil votar para las minorías. Por ejemplo, solo uno de los 159 condados del Estado ofrece información en español que explica a los interesados cómo registrarse para participar en la elección.
Esto ha hecho que organizaciones como Galeo revalúen su trabajo de campo. El equipo comenzó laborando con la comunidad en solo cuatro condados: Hall, Dekalb, Cobb y Gwinnett. Este último, ubicado al noreste de Atlanta, es el que más población hispana tiene. Hace cuatro años tenía registradas a 71.000 personas para votar. El 56% salió a votar en 2020. Galeo se enfoca ahora en once condados donde intenta entusiasmar a los olvidados por los partidos.