Un juzgado de Tegucigalpa dictó este miércoles detención judicial contra el exdirector de la Policía Nacional de Honduras Ricardo Ramírez y su esposa, por la comisión del presunto delito de lavado de activos en perjuicio del Estado, informó una fuente judicial.
Después de una «audiencia de declaración de imputado», el juez anticorrupción les dictó «detención judicial» a Ramírez y a su esposa, Thelma Carmina Umaña, dijo a los periodistas la portavoz del Poder Judicial, Bárbara Castillo.
«A ambos se les supone responsables de la comisión del delito de lavado de activos en perjuicio de la economía del Estado de Honduras», señaló Castillo, quien indicó que el lunes 30 de septiembre deberán comparecer de nuevo ante el juez para «audiencia inicial».
El exjefe policial y su esposa serán remitidos nuevamente a una unidad especial de la Policía Nacional, en Tegucigalpa, donde habían sido recluidos tras llegar la madrugada de este miércoles a Honduras, procedentes de España, donde el martes fueron detenidos.
Según la versión oficial, entre 2007 y 2016 Ramírez hizo movimientos financieros por alrededor de 37,7 millones de lempiras (1,5 millones de dólares), de los que no ha podido justificar 26,7 millones de lempiras (1,09 millones de dólares).
Por su parte, la esposa de Ramírez no ha podido justificar 1,4 millones de lempiras (56.402 dólares) de 3 movimientos financieros por más de 2 millones de lempiras (80.575 dólares).
Antes de ser trasladado al Juzgado de Criminalidad Organizada, Ramírez declaró a los periodistas que ha enfrentado «un proceso difícil» y que «los abogados han tenido que documentar todo para demostrar» que está «limpio» y que va «a dar la cara».
Señaló que el Ministerio Público (Fiscalía) de Honduras lo acusa «arbitrariamente por lavado de activos», pero aseguró que puede justificar el origen de todos sus bienes.
«Yo sé lo que tengo, sé lo que he hecho y no tiene por qué darme pena. Si no había venido (a Honduras) es porque es un trabajo largo donde hay que documentar mucho papeleo», subrayó el exjefe de la Policía hondureña, quien junto a su esposa tenía asilo en España.
Sobre los bienes que le aseguró en 2021 el Ministerio Público, el exjefe de la Policía hondureña señaló que «están destruidos».
El exjefe de la Policía hondureña fue destituido del cargo en mayo de 2012 por el expresidente Porfirio Lobo (2010-2014), en momentos en que se supo que un agente está implicado en el secuestro y asesinato del periodista Alfredo Villatoro.