Los fiscales han dado a conocer más detalles sobre la evidencia que poseen contra José Antonio Ibarra, acusado del asesinato de Laken Riley, una estudiante de enfermería de la Universidad de Augusta. En los documentos judiciales, se revela que Ibarra fue visto merodeando por las ventanas de un dormitorio de la UGA 73 minutos antes de que el cuerpo de Riley fuera hallado a unos 1,000 pies de distancia, cerca de un sendero en los campos de la universidad.
El incidente comenzó cuando una estudiante de la UGA llamó al 911 tras ver a un hombre, identificado por los fiscales como Ibarra, observando por su ventana e intentando abrir la puerta. La policía de la UGA respondió, pero el sospechoso huyó. A las 9:10 a.m., Riley realizó una llamada al 911, pero los fiscales creen que Ibarra interrumpió la llamada. Momentos después, la madre de Riley trató de contactarla sin éxito, lo que llevó a amigos de la joven a iniciar su búsqueda. A las 12:07 p.m., la policía recibió una denuncia de desaparición.
Poco después, el cuerpo de Riley fue hallado en una zona boscosa a unos 65 pies del sendero. Los documentos judiciales describen que su cuerpo estaba «golpeado y parcialmente desnudo». La fiscalía sostiene que las acciones de Ibarra esa mañana formaban parte de un plan que culminó en el asesinato de Riley tras un intento de agresión sexual.
La evidencia presentada incluye cámaras de vigilancia que captaron a Ibarra cerca de la escena del crimen y en los alrededores del dormitorio de la UGA. Los fiscales también aseguran tener una huella dactilar de Ibarra en el teléfono de Riley, así como ADN bajo sus uñas. A pesar de los intentos de la defensa de invalidar algunas pruebas, como los teléfonos celulares y el ADN recolectado, los fiscales mantienen que la evidencia es sólida. El juicio de Ibarra está previsto para comenzar el 13 de noviembre en Athens.