Al menos 500 fallecidos tras nueva ronda de bombardeos de Israel en Líbano. Es la jornada más violenta en fronteras de ambos países desde 2006.
Israel amplió drásticamente sus operaciones aéreas contra Líbano con ataques que ocasionaron la muerte de casi 500 personas, hirieron a más de 1,600 y parecen indicar el inicio de una campaña militar más amplia.
Las autoridades israelíes declararon que sus fuerzas habían atacado 1,300 “objetivos terroristas” dentro de Líbano vinculados a Hezbollah, el grupo militante que lleva casi un año lanzando cohetes contra Israel.
No sólo fue el mayor número de víctimas mortales de este año en este frente, sino también el día más mortífero del conflicto con Israel desde la guerra de 34 días que enfrentó a ambos países en 2006.
“Estas cifras también se refieren a muchos terroristas que hemos matado y que estaban cerca de las armas”, dijo el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, por su sigla en inglés), Daniel Hagari, cuando se le preguntó por el alto número de muertos.
Hezbollah ha estado escondiendo armas en domicilios particulares, indicó Hagari, entre ellas “misiles de crucero que pueden alcanzar cientos de kilómetros, cohetes pesados con una ojiva de 1.000 kilos, cohetes de alcance medio que alcanzan un radio de acción de hasta 200 kilómetros, cohetes de corto alcance y vehículos aéreos no tripulados armados”. Hagari afirmó que los ataques israelíes no cesarán pronto. “Nos esperan días difíciles”, señaló. “Seguimos centrados en la defensa y el ataque en todos los frentes”.
Previamente, las IDF comentaron que estaban expandiendo los “amplios y precisos ataques contra objetivos terroristas” en el valle de Bekaa, a lo largo de la frontera oriental de Líbano, y advirtieron a los civiles que se alejaran de las posiciones de Hezbollah.
“A quien intenta hacernos daño, le hacemos aún más daño”, comentó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en el cuartel general del ejército en Tel Aviv, y añadió que los israelíes se enfrentaban a “días complejos”.
“Prometí que cambiaríamos el equilibrio de seguridad, el equilibrio de poder en el norte”, dijo. “Esto es exactamente lo que estamos haciendo”.
Poco después de que Hagari hablara, el Ministerio de Sanidad libanés anunció que 492 personas, entre ellas 25 niños y 58 mujeres, habían muerto en los ataques israelíes. Además, 1,650 resultaron heridas.
Israel y Hezbollah, respaldada por Irán, se bombardean mutuamente desde que el atentado terrorista del 7 de octubre de Hamas desencadenara la invasión israelí de Gaza. Muchos expertos coinciden en que ni Israel ni Irán quieren un conflicto directo en toda regla, pero temen que la escalada de ataques pueda desembocar en uno.
Hezbollah afirmó en un comunicado que había disparado decenas de cohetes contra un puesto militar israelí en Galilea. También atacó, por segundo día consecutivo, las instalaciones de Rafael, la empresa de defensa con sede en Haifa. Israel dijo que una persona había resultado herida por metralla. Pero las víctimas fueron mucho más numerosas en Líbano.
Se ordenó a los hospitales libaneses del sur y el este que suspendieran las operaciones no esenciales para centrarse en tratar a los heridos de los ataques. Y el ministerio de Educación cerró todas las escuelas secundarias, de formación profesional y técnica, y suspendió las clases en la Universidad Libanesa de Beirut.
La advertencia de Israel para que los civiles se alejen de las posiciones de los militantes es la primera de este tipo emitida por las IDF en Líbano, dijo un oficial militar israelí a NBC News. El oficial añadió que la actual campaña sólo implica ataques aéreos en lugar de un asalto terrestre.
Israel, dijo el oficial, quiere crear condiciones seguras para que sus propios ciudadanos regresen al norte del país y destruir la infraestructura de Hezbollah. Unas 60,000 personas han sido evacuadas del lado israelí de la frontera, según el Gobierno. En Líbano hay más de 100,000 desplazados, según la Organización Internacional para las Migraciones.
“Tenemos que devolver a nuestros ciudadanos a sus hogares”, declaró el presidente israelí Isaac Herzog a Sky News. “Es claramente una situación muy peligrosa y tiene un potencial de escalada dramática”, puntualizó, culpando a Hezbollah de iniciar el conflicto.
El presidente, Joe Biden, también ha advertido que la violencia podría intensificarse. “Vamos a hacer todo lo posible para evitar que estalle una guerra más amplia”, declaró a la prensa.
Los comentarios de Biden se produjeron mientras el Departamento de Estado lanzaba una advertencia a los estadounidenses para que abandonaran Líbano “mientras queden opciones comerciales disponibles”.
La crisis actual estalló después de que hace un año un atentado terrorista dirigido por Hamas se saldara con unos 1,200 muertos en Israel y otros 250 secuestrados. Mientras tanto, más de 41,000 personas han muerto, la mayoría civiles, en la consiguiente operación militar israelí en Gaza, según las autoridades sanitarias palestinas.
En un encuentro anterior con periodistas, Hagari afirmó que Hezbollah se había estado preparando para lanzar nuevos ataques contra Israel tras el intenso intercambio de disparos en la frontera durante el fin de semana pasado.
Para reforzar sus argumentos, los israelíes hicieron público un mapa de ciudades y pueblos, la mayoría en el sur de Líbano que, según Hagari, Hezbollah ha utilizado para «militarizar» infraestructuras civiles.
El conflicto se extendió hasta el corazón de Líbano la semana pasada cuando, en un aparente golpe para la inteligencia israelí, empezaron a estallar por todo el país pagers y walkie-talkies llenos de explosivos que habían suministrado en secreto a miembros de Hezbollah.
Luego se realizó un ataque aéreo que mató al menos a 45 personas en un suburbio densamente poblado de Beirut. El ataque se cobró la vida de altos cargos de Hezbollah y de decenas de civiles.
“Hemos entrado en una nueva fase, cuyo título es la batalla abierta del ajuste de cuentas”, declaró Naim Qassem, jefe adjunto de Hezbollah, en el funeral de uno de sus comandantes muerto en el ataque. Hezbolá respondió disparando 150 cohetes y misiles de crucero contra Israel y enviando aviones no tripulados para lanzar más ataques.
Aunque las defensas aéreas israelíes lograron detener la mayor parte de los ataques, las IDF declararon que “hubo un pequeño número de impactos y restos de interceptación que cayeron sobre” territorio israelí.
NO HAY PRUEBAS SUFICIENTES
Mientras tanto, el ejército israelí también está investigando las informaciones según las cuales Yahya Sinwar, líder de Hamas, murió en un reciente ataque aéreo israelí, según declaró un funcionario israelí a NBC News. En este momento, Israel no tiene pruebas suficientes para confirmar su muerte o descartarla, dijo el funcionario.
Las sospechas de que Sinwar podría haber sido asesinado se basan en información de inteligencia israelí que indica que no se ha comunicado con el mundo exterior en varias semanas, comentó el funcionario, pero añadió que no hay pruebas positivas de su muerte.