La capitana de la RPD de Corea habla sobre su inspiración de generaciones pasadas, su amor por la música, los sueños de la infancia y lo que impulsa al equipo de cara a la final del domingo.
A 300 kilómetros al noreste de la capital, Pyongyang, se encuentra la ciudad industrial de Hamhung. Ahora es la segunda región más grande de la RPD de Corea, fue destruida casi por completo durante la Guerra de Corea, reconstruida desde cero y recién abierta a los turistas en 2010.
Como ciudad natal de la capitana de la RPD de Corea, también es una ciudad que se ha visto atrapada por los acontecimientos de la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA™ , como le cuenta Chae Un-yong a la FIFA.
“Sé que todos en Hamhung han seguido de cerca nuestros partidos en Colombia y, por supuesto, especialmente mi madre, mi padre y mis dos hermanos».
“Ahora estamos a sólo un partido de ser campeones del mundo y es una sensación increíble. Si queremos convertirnos en campeones, eso significaría que hemos hecho algo maravilloso por nuestra patria. Significaría que hemos traído un gran honor a nuestra patria, eso es lo más importante».
“En segundo lugar sería una gran satisfacción y orgullo por mi ciudad natal y también por mi familia, mi madre, mi padre y mis hermanos. Todos estarán encantados si podríamos hacerlo”.
Independientemente del resultado de la final del domingo, la familia de la joven de 20 años ya debería estar orgullosa de lo que tanto ella como su equipo han logrado en Colombia.
A pesar de su vasto pedigrí a este nivel, donde han ganado dos títulos, a pesar de ganar su campeonato continental (uno de los más competitivos del planeta, si no el más competitivo) ya pesar de tener un equipo rebosante de calidad técnica, antes del torneo pocos hablaban sobre las posibilidades de la RPD de Corea de conquistar el título en América del Sur.
Esas dudas se disiparon rápidamente cuando el equipo emprendió una marcha aparentemente inevitable hacia la final. En el camino, las coreanas anotaron 24 goles, se despacharon a los campeones sudamericanos y europeos y luego aplastaron al tres veces ganador, Estados Unidos, en las semifinales.
“Para mí es un sueño estar en la final. Cuando era joven admiraba a jugadores como Ra Un-sim y Ri Kum-suk, ambos grandes jugadores de nuestra selección nacional, y luego tuve el sueño de que algún día podría ser uno de ellos, algún día podría jugar en la selección nacional y tal. vez también ir al Mundial y ahora estoy aquí».
“Estoy muy emocionado de estar en la final. La verdad es que al principio del torneo estaba un poco estresado pero una vez que empezó el torneo y conforme van pasando los días, poco a poco he ido cogiendo más confianza en mí misma».
“Estoy muy orgullosa de que el equipo haya llegado tan lejos porque nuestra cualidad clave es el trabajo en equipo. Sólo cuando jugamos completamente como un equipo, con un nivel total de unidad, podremos tener éxito».
“Por supuesto, Japón es muy fuerte, técnicamente bueno y controla el ritmo de los partidos. Pero ya nos hemos enfrentado a ellos en la Copa Asiática y, si jugamos ahora como lo hicimos entonces, estoy seguro de que podremos ganar el título”.