Siguen los escándalos con la comercialización de boletas para los partidos de fútbol en Colombia.
Hay indignación general por lo que ha sucedido recientemente con las entradas para la final del Mundial Femenino Sub 20, partido que jugarán las selecciones de Corea del Norte y Japón.
El partido será en el Estadio Nemesio Camacho El Campín de Bogotá el próximo domingo 22 de septiembre. Se esperaba que, a pesar de no tratarse de un juego del combinado colombiano, el escenario estuviera totalmente lleno. Esto, debido a que hace más de una semana se reportó que toda la boletería para ese compromiso estaba agotada, cuando la Selección Colombia todavía no estaba eliminada del campeonato.
El polémico asunto radica en que ahora se ha anunciado por medio de los canales de comunicación de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) que sí hay boletería disponible para el duelo definitivo del certamen. Como por arte de magia, las entradas han reaparecido.
Esto ha llevado a el público en general se pregunte cómo es posible que unas boletas que estaban supuestamente vendidas ahora estén a la venta. Algunas teorías apuntan a que en realidad el producto se encontraba bloqueado por la organización para alimentar el negocio de reventa. Hay serias dudas sobre si esas entradas estarían disponibles en caso de que Colombia hubiese llegado a la final.
Hace tan solo unos días, se vivió un escándalo similar para el partido de la Selección Colombia masculina de Mayores en el duelo contra Argentina por la Eliminatoria sudamericana en Barranquilla. Las quejas comenzaron desde que se abrieron los plazos para la compra y lo rápido que se acabaron, evidenciando después altísimos sobrecostos en la reventa.
De hecho, hubo una denuncia pública por parte del periodista Julián Céspedes, quien reveló una conversación que tuvo con un revendedor en la que le aseguraba que su negocio lo tenía armado gracias a trabajadores de la FCF y de Dimayor, quienes le apartaban las boletas que necesitara. Ninguno de los entes se ha pronunciado al respecto.
Vale la pena recordar que la Federación viene de un gran escándalo en el que la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) sancionó prácticas de competencia desleal con respecto a los procesos de venta de boletería durante las eliminatorias rumbo al Mundial de Rusia 2018. Allí, varios dirigentes del fútbol colombiano se vieron salpicados y todavía no se conocen fallos judiciales por los presuntos delitos en los que habrían incurrido.