Este año el Mes de la Herencia Hispana se celebra en medio de una elección presidencial donde las comunidades inmigrante y latina están bajo ataque por un Partido Republicano y un candidato presidencial, Donald Trump, que amenaza con conducir deportaciones masivas que, además de ser una pesadilla humanitaria y legal, lastimarán la economía y a los trabajadores estadounidenses.
La huella hispana ha estado presente en esta nación desde antes de su fundación y las contribuciones de los trabajadores latinos han sido enormes a través de la historia.
Son poco más de 65 millones de latinos, casi un 20% de la población del país, los que a diario con su trabajo y con el pago de impuestos federales, estatales y locales, independientemente de su situación migratoria, son uno de los principales motores de la economía de Estados Unidos. Mantienen la solvencia de programas vitales para todos, como el Seguro Social y Medicare. No solo proveen una crucial mano de obra sino que abren negocios y emplean a otros trabajadores estadounidenses.
Se desempeñan en diversas áreas de nuestra economía como son la salud (empleados en hospitales, cuidadores a domicilio o en hogares de ancianos), servidores públicos, la industria de alimentos, servicios en edificios como conserjes y guardias de seguridad; la agricultura, y la construcción, entre muchas otras. Constituyen el 19% de la fuerza laboral en Estados Unidos. Y están representados en todos los ámbitos: desde actores de Hollywood, cantantes, deportistas, políticos, una jueza en el Tribunal Supremo del país, Sonia Sotomayor, astronautas, científicos, maestros, hasta las valiosas manos de los trabajadores agrícolas que siembran, pizcan y procesan los alimentos que llevamos a diario a nuestras mesas.
El Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU) al que represento, integrado por dos millones de trabajadores, cuenta con una valiosa presencia de latinos que junto al resto de nuestra membresía luchan por mejores condiciones laborales para todos los trabajadores.
Y es que los sindicatos históricamente han sido instrumentales en lograr que los latinos obtengan mejores salarios y prestaciones lo cual beneficia a ese trabajador, y a todos los trabajadores, a sus familias, sus comunidades y al país. Mientras Trump ataca a los sindicatos y beneficia a las grandes corporaciones, la candidata demócrata a la presidencia, Kamala Harris, siempre ha estado del lado de los trabajadores.
Es parte de la administración Biden-Harris que se enfrentó a las grandes farmacéuticas para reducir el precio de la insulina y otros medicamentos recetados, invirtió en buenos empleos sindicalizados en infraestructura, clima y cuidados de salud, y canceló la deuda estudiantil de cientos de miles de prestatarios.
Esto es importante porque a pesar de las probadas contribuciones de los latinos al país, el prejuicio como el que promueve Trump, sigue suponiendo un enorme reto para nuestra comunidad.
Trump tiene incluso un plan llamado Proyecto 2025, que reúne las políticas públicas más extremas que planifica implementar si es electo a un segundo mandato presidencial el 5 de noviembre.
Aunque las redadas, detenciones y deportaciones masivas están al centro del Proyecto 2025, el mismo afecta a todos los hispanos, independientemente de su situación migratoria.
Las propuestas impactan la educación de nuestros hijos al eliminar programas preescolares como el Head Start y reducir los fondos para las escuelas; afecta programas vinculados a la salud reproductiva de las mujeres; programas sociales como Medicaid, que asiste a personas con ingresos limitados; aumenta el costo de las medicinas para nuestros ancianos, busca eliminar el pago de horas extra a los trabajadores, afecta derechos laborales, pidiendo incluso la disolución de los sindicatos de maestros; y amenaza a las agencias y los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), que protegen los derechos civiles de los latinos.
SEIU es parte de una coalición de organizaciones sindicales, de derechos civiles y de inmigración que lanzó la campaña bilingüe “Defendiendo Nuestro Futuro, Latinos en Contra del Proyecto 2025”, para mantener a la comunidad latina informada sobre el peligro del Proyecto 2025, y para movilizarla a votar el 5 de noviembre.
Hay 36 millones de latinos elegibles para votar este 5 de noviembre.
En este Mes de la Herencia Hispana es vital seguir registrando y luego movilizando a esos votantes a las urnas porque no solo está en juego nuestra democracia. También está en juego el futuro de la vibrante comunidad que celebramos.
Y la mejor forma de combatir los ataques y el prejuicio de los políticos republicanos es con la fuerza del voto eligiendo candidatos como Harris, que defiendan nuestras demandas de alzas salariales, reducciones en los precios, y proteger y ampliar los derechos sindicales. Candidatos como Harris, que respondan a nuestras necesidades y respeten nuestra rica historia y nuestras enormes aportaciones al progreso de Estados Unidos.