Durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, México enfrentó uno de los flujos migratorios más altos de su historia.
Según datos del Instituto Nacional de Migración (INM), se rescataron a más de seis millones de personas procedentes de 180 países, incluidos Venezuela, Colombia, Ecuador, Senegal y China, quienes transitaron por el país en su intento de llegar a Estados Unidos.
Así lo informó Héctor Martínez Castañeda, director general de la Coordinación del INM, quien destacó que estos números reflejan una crisis migratoria sin precedentes en el país.
«Y si consideramos los cruces que dice EU, que ha tenido de forma irregular de aproximadamente 7 millones, más los 6 millones de aquí, son 13 millones que cruzaron en los últimos seis años», dijo.
Un flujo migratorio sin precedentes
La magnitud del flujo migratorio en los últimos seis años es histórica.
De acuerdo con el INM, en ese periodo cruzaron por México aproximadamente 6 millones de migrantes, a los que se suman otros 7 millones que han entrado irregularmente a Estados Unidos.
En total, se estima que alrededor de 13 millones de personas han migrado a través del país, lo que pone una enorme presión en la infraestructura y los recursos destinados a gestionar la migración.
Martínez Castañeda subrayó que, durante 2024, 475 personas fueron detenidas y consignadas ante la Fiscalía General de la República (FGR) por estar involucradas en actividades de tráfico de personas.
Estos implicados, que incluyen conductores, transportistas y propietarios de casas de seguridad, fueron acusados de transportar a migrantes en condiciones deplorables o de retenerlos de forma indebida.
Corrupción y abusos dentro del INM
El problema de la corrupción dentro del Instituto Nacional de Migración no ha pasado desapercibido.
De acuerdo con el director de la Coordinación del INM, un total de tres mil 340 empleados, desde personal operativo hasta directores y titulares, fueron cesados por incurrir en actos de corrupción o violaciones a los derechos humanos de los migrantes.
Para frenar estos actos de corrupción, el INM instaló 5 mil cámaras de videovigilancia en sus instalaciones, lo que permite identificar y erradicar varios casos de abuso de autoridad y corrupción.
Alfredo Hernández, director general de tecnologías de la información del INM, destacó que esta inversión de 80 millones de pesos en cámaras de seguridad es un paso crucial en la lucha contra estos abusos.
Seguridad en los puntos de cruce
Pese a la magnitud del flujo migratorio, Martínez Castañeda negó que estos movimientos hayan provocado un aumento de la violencia o inestabilidad en los puntos de cruce, como en Oaxaca, donde se advirtió de la presencia de crimen organizado controlando el tráfico irregular de personas.
En respuesta, el gobierno implementó un corredor de movilidad segura, con bases operativas en Tabasco y Chiapas, donde se instalaron módulos para registrar a los migrantes en tránsito.
Estos migrantes son elegibles para obtener una visa de estancia provisional, lo que les permite avanzar sin contratiempos hacia Estados Unidos y acceder a los ocho puntos fronterizos de cruce, ubicados en:
- Tijuana
- Nogales
- Mexicali
- Ciudad Juárez
- Piedras Negras
- Tamaulipas
- Nuevo Laredo
- Reynosa
- Matamoros
Migrantes que buscan quedarse en México
En un giro importante dentro de las dinámicas migratorias, la proporción de migrantes que desean establecerse en México aumentaron significativamente.
De acuerdo con datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), entre agosto y octubre de 2023, el 44% de los migrantes encuestados en la ciudad de Tapachula, Chiapas, señalaron a México como su país de destino, lo que representa un aumento del 24% en comparación con meses anteriores.
Dana Graber Ladek, encargada de misión de la OIM, destacó que muchos migrantes ven a México como una alternativa viable si no logran entrar a Estados Unidos.
Esta tendencia es impulsada por la posibilidad de obtener algún tipo de documento que les permita moverse libremente por el país, así como la posibilidad de acceder a empleos y otros servicios.
Sin embargo, el 27% de los migrantes que llegan a México lo hacen sin documentos, lo que los hace más vulnerables a ser deportados a sus países de origen.