Un padre del condado de Gwinnett, Cledir Barros, fue declarado culpable de crueldad infantil en segundo grado por la muerte de su hija de 8 años, Sayra. Barros recibió una sentencia de 10 años, de los cuales 8 serán en prisión y 2 bajo libertad condicional. El tiempo que ya ha pasado en custodia antes del juicio fue tomado en cuenta como parte de su condena. Además, se le prohibió tener contacto con sus hijos durante ese período.
Este fue el tercer juicio contra Barros, después de que dos intentos anteriores terminaran en indecisión. Fue acusado de no haber hecho lo suficiente para evitar la muerte de Sayra, quien murió tras ser golpeada por su madrastra, Natiela Barros. Los fiscales argumentan que Cledir era consciente del abuso pero aún así retiró a su hija de la escuela para educarla en casa, lo que facilitó la violencia.
Durante el juicio, Barros testificó por más de dos horas, afirmando que nunca había visto a sus hijos ser golpeados. Sin embargo, los fiscales sostienen que ignoró señales de abuso. Barros mencionó que la decisión de sacar a su hija de la escuela fue porque pensaban que en casa no habría problemas, aunque las pruebas indicaron lo contrario.
La defensa argumentó que Barros no estaba al tanto del abuso, ya que pasaba la mayor parte de la semana fuera de casa debido a su trabajo como camionero.
Natiela Barros (FOX 5)
Sayra Barros