Putin, que dio inicio en febrero de 2022 a la campaña militar rusa en Ucrania, ordenó ahora al Gobierno asignar dinero del presupuesto para hacer efectivo el incremento en 180.000 efectivos en el Ejército. Como resultado, las Fuerzas Armadas contarán con 2,38 millones de efectivos, incluido el personal administrativo, precisa el decreto.
Este decreto sustituye al que el jefe del Kremlin firmó en diciembre de 2023, cuando aumentó el número de soldados en casi 170.000 hombres.
Además, en agosto de 2022, justo cuando los ucranianos comenzaban a recuperar terreno, ya había ordenado incrementar en 137.000 los militares que integran las Fuerzas Armadas.
Desde entonces, el Ejército ha pasado de 1,9 millones a los casi 2,4 millones de que tendrá a partir del próximo 1 de diciembre.
Cuando Putin llegó al poder en el año 2000 -Rusia estaba enzarzada en la Segunda Guerra de Chechenia-, el Ejército ruso contaba con un millón de soldados.
Frente a la ofensiva de Ucrania en Kursk
El Kremlin, que tiene unos 700.000 hombres desplegados en Ucrania, aceleró en las últimas semanas el reclutamiento de soldados debido a la incursión fronteriza ucraniana en la región de Kursk.
La operación ucraniana ha puesto de manifiesto que Rusia no puede garantizar la seguridad de su frontera, protegida en muchos casos por reclutas que cumplen el servicio militar.
A día de hoy, las tropas rusas no han podido expulsar aún a los soldados ucranianos, que penetraron en territorio ruso el pasado 6 de agosto.
La noticia se conoció poco después de que el Kremlin denunciara como una «provocación» la invitación de Ucrania a la ONU y al Comité Internacional de la Cruz Roja (CIRC) a visitar la parte de la región rusa de Kursk bajo control de las fuerzas de Kiev.
«Esperamos que estas declaraciones provocadoras no serán tomadas en consideración por sus destinatarios», declaró a la prensa el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.