Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la presión arterial afecta a más de 1.200 millones de personas. La buena noticia es que hay varias maneras de controlar y reducir la presión arterial, muchas de ellas mediante simples cambios en el estilo de vida.
La hipertensión no solo depende de factores genéticos, sino también de decisiones diarias como la alimentación, el ejercicio y otros hábitos. Si bien se asocia comúnmente con el consumo excesivo de sal, hay diversos factores que pueden contribuir a mejorar los niveles de presión arterial.
En este artículo, exploraremos 6 hábitos claves que pueden ayudar a reducir la presión arterial de manera efectiva. Estos cambios, basados en la evidencia científica, no solo benefician tu salud cardiovascular, sino que también pueden mejorar tu bienestar general.
La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias mientras el corazón la bombea. Cuando esta presión es demasiado alta, hablamos de hipertensión, una condición que, si no se controla, puede llevar a graves complicaciones como infartos o accidentes cerebrovasculares.
La dieta DASH es recomendada para quienes padecen de hipertensión (Shutterstock España)
Existen múltiples factores que pueden influir en el aumento de la presión arterial. Entre ellos se encuentran la genética, el consumo excesivo de sal, el sedentarismo, el estrés y la mala alimentación. Además, ciertos hábitos como el tabaquismo, el consumo de alcohol y la falta de un sueño adecuado también pueden agravar la situación.
El problema con la hipertensión es que muchas veces no presenta síntomas evidentes, lo que la convierte en un “asesino silencioso”. De ahí la importancia de mantener hábitos saludables que ayuden a prevenir o controlar esta condición.
- Seguir una alimentación saludable: Una de las formas más efectivas de reducir la presión arterial es a través de una dieta balanceada. La dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension) es especialmente recomendada para quienes padecen de hipertensión. Esta dieta se basa en el consumo de frutas, vegetales, granos integrales, lácteos bajos en grasa y proteínas magras. Además, es baja en sodio, lo que ayuda a disminuir la presión arterial.
- Restringir el consumo de sal: El exceso de sodio es uno de los principales factores que contribuyen al aumento de la presión arterial. Según la OMS, la ingesta diaria de sodio no debería superar los 2000 miligramos (equivalente a 5 gramos de sal). Para reducir la sal en tu dieta, se recomienda utilizar más especias y hierbas para sazonar los alimentos. También es importante leer las etiquetas de los productos procesados, ya que muchos de ellos contienen sal oculta.
- Aumentar el consumo de potasio, magnesio y calcio: Estos tres minerales son fundamentales para mantener la presión arterial en niveles adecuados. El potasio, que se encuentra en alimentos como la banana, la batata y las verduras, ayuda a relajar los vasos sanguíneos y mejora el flujo de sangre. El calcio y el magnesio se encuentran en productos como los lácteos descremados, los vegetales verdes y las semillas, y también tienen un efecto positivo en la presión arterial.
- Hacer ejercicio regularmente: La actividad física no solo mejora tu salud cardiovascular en general, sino que también puede ayudar a bajar la presión arterial. Se recomienda realizar al menos 150 minutos de ejercicio moderado a la semana, como caminar, nadar o andar en bicicleta. El ejercicio regular fortalece el corazón y reduce el esfuerzo que debe hacer para bombear la sangre.
- Dormir entre 7 y 9 horas diarias: El descanso es crucial para la salud cardiovascular. La falta de sueño puede elevar los niveles de estrés y aumentar el riesgo de desarrollar hipertensión. Asegurarse de dormir entre 7 y 9 horas diarias para permitir que el cuerpo y corazón se recuperen y funcionen correctamente.
- Evitar el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol: Tanto el tabaco como el alcohol son factores de riesgo importantes para el desarrollo de hipertensión. Fumar daña las paredes de los vasos sanguíneos, lo que aumenta la presión arterial, mientras que el consumo excesivo de alcohol puede producir un efecto similar. Si se desea deseas mejorar la salud, reducir o eliminar estos hábitos es esencial.
La presión arterial ideal varía ligeramente según la edad, pero en general, se recomienda que los adultos mantengan una presión por debajo de 135/85 mm Hg. A medida que envejecemos, es posible que los niveles de presión arterial aumenten, pero es importante intentar mantenerlos dentro de los límites saludables.
Aumentar el consumo de potasio, magnesio y calcio ayuda a relajar los vasos sanguíneos (EFE)
- Adolescentes y adultos jóvenes (hasta los 40 años): lo ideal es mantener una presión arterial alrededor de 120/80 mm Hg.
- Adultos de mediana edad (40-60 años): una presión arterial normal sería aproximadamente 130/85 mm Hg.
- Mayores de 60 años: en este grupo, una presión arterial de 140/90 mm Hg puede considerarse aceptable, pero es fundamental seguir controlando y adoptando hábitos saludables.
Si se experimentan lecturas superiores a estos valores, es recomendable consultar a un profesional de la salud, ya que la hipertensión no tratada puede tener graves consecuencias a largo plazo.
La hipertensión es una condición seria, pero con los hábitos correctos, es posible reducir significativamente el riesgo de complicaciones. Adoptar una alimentación saludable, restringir el consumo de sal, aumentar la ingesta de minerales esenciales como el potasio y el calcio, hacer ejercicio regularmente, dormir bien y evitar hábitos dañinos como el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol, son pasos clave para mantener la presión arterial en niveles normales y asegurar una mejor salud a largo plazo.