El alcalde de Atlanta, Andre Dickens, hizo una aparición inesperada en una reunión del Comité Ejecutivo y de Finanzas del Concejo Municipal. Durante su intervención, defendió enfáticamente su compromiso con los empleados públicos, en particular con los bomberos, después de escuchar críticas sobre la compensación de estos trabajadores. Dickens expresó su frustración con aquellos que insinuaban que la ciudad no estaba cuidando adecuadamente a sus empleados.
Las palabras de Dickens estaban dirigidas a Nate Bailey, presidente del sindicato de Bomberos Profesionales de Atlanta, quien había estado abogando por aumentos salariales para los bomberos en el presupuesto de 2025. En respuesta, Dickens defendió la eliminación de ciudades como Nueva York y Los Ángeles de un estudio salarial, afirmando que no eran comparables a Atlanta en cuanto a costo de vida.
Bailey, sin embargo, temía que los bomberos de Atlanta pudieran buscar empleo en departamentos cercanos que ofrecen mejores salarios, lo que provocaría una pérdida de personal valioso. Aunque Dickens argumentó que los salarios de los bomberos en Atlanta ya superaban a los de otros departamentos del área metropolitana, Bailey y otros bomberos insistieron en que todavía había margen para mejorar las condiciones salariales.
A pesar de las afirmaciones del alcalde, varios bomberos expresaron sus dificultades para mantener a sus familias con los salarios actuales. Un teniente de bomberos compartió su experiencia personal, explicando que, con una familia de cuatro hijos, se veía obligado a trabajar horas extras o a tener un segundo empleo para llegar a fin de mes. Este testimonio reflejaba el sentir de muchos bomberos en la ciudad.
El Comité de Finanzas/Ejecutivo decidió archivar temporalmente la discusión sobre los salarios de los bomberos, aunque existe la posibilidad de que el tema sea retomado más adelante. Dickens aseguró que su compromiso con los socorristas es firme y destacó las inversiones en equipos y recursos para mejorar las condiciones de trabajo.