Las quejas por el uso de precios dinámicos en la venta de entradas para los conciertos de la recién reunida banda Oasis han sido oídas por las autoridades del Reino Unido. Mientras una comisión europea investiga si este mecanismo constituye una violación a los derechos del consumidor, un equipo de legisladores en Irlanda se ha propuesto prohibir el uso de dichos precios en eventos masivos, detalló un informe de la BBC.
La semana pasada, los fans de Oasis se vieron sorprendidos y, en muchos casos, frustrados al intentar adquirir boletos para los shows de la banda británica. Según los seguidores que pugnaban por un ticket para los concierto en Croke Park, Dublin, los precios de las entradas se elevaron drásticamente desde 176 euros (venta limitada) a un valor de 400 euros en la página oficial de la ticketera en la venta general.
Ese salto abrupto en el valor de los accesos —que se repitió en todos los shows de Oasis —ocurrió por la implementación de un sistema de precios dinámicos operado por Ticketmaster. La plataforma ajusta los precios en tiempo real en función de la demanda, lo que llevó a una subida considerable en los costos para los fanáticos que llegaban a la página de venta tras horas de espera en las filas virtuales.
Un reporte de la BBC, aseguró que varios senadores y miembros del parlamento (TDs) del partido Fianna Fáil, incluido el senador Timmy Dooley, la TD Niamh Smyth y el TD Jim O’Callaghan, están impulsando una enmienda a la Ley de Venta de Entradas de 2021.
Originalmente, dicha ley fue establecida para prohibir la reventa de boletos por encima de su valor nominal; pero ahora, los legisladores irlandeses buscan ampliar su alcance para prohibir el uso de precios dinámicos.
“La ley de 2021 protege a los fans de la experiencia de perderse boletos y luego ver esos mismos tickets siendo vendidos en un sitio secundario por mucho más de lo que podían permitirse o estaban dispuestos a pagar”, afirmó O’Callaghan a la prensa británica. “Ahora debe extenderse para proteger a los fans de ver cómo los boletos ‘en demanda’ suben significativamente por encima del precio inicialmente anunciado.”
Además de los esfuerzos legislativos en Irlanda, la controversia ha atraído la atención en el Reino Unido y en la Unión Europea. La Secretaria de Cultura del Reino Unido, Lisa Nandy, pidió una revisión de la práctica de precios dinámicos y de los sitios de reventa de entradas, mientras que la Comisión Europea anunció que investigará si la falta de advertencias previas a los consumidores sobre la posibilidad de precios dinámicos podría constituir una violación de las leyes de protección al consumidor.
Por su parte, la Autoridad de Competencia y Mercados (CMA) en el Reino Unido, también ha iniciado una investigación para determinar si Ticketmaster ha incurrido en prácticas comerciales ilegales. El objetivo de esta investigación es aclarar si se proporcionó información clara y oportuna a los compradores sobre el uso de precios dinámicos, y si se presionó a los consumidores para que compraran boletos a precios más altos de los que estaban dispuestos a pagar inicialmente.
Ante la creciente controversia, Ticketmaster ha defendido su modelo con el argumento de que este se activa solo con aprobación de los organizadores de los espectáculos. “No fijamos los precios; es el organizador del evento quien ha fijado estos boletos de acuerdo con su valor de mercado”, declaró la compañía. Esta declaración, sin embargo, no ha logrado calmar el malestar entre los fans, que acusan a la plataforma de aprovecharse de su deseo de ver a la banda en vivo.
La respuesta de Oasis no tardó en llegar, aunque ha sido recibida con escepticismo por algunos de sus seguidores. En un comunicado emitido a través de PA Media, la banda insistió en que no estaban al tanto de la implementación de precios dinámicos para sus conciertos.
“Debe quedar claro que Oasis deja las decisiones sobre la venta de entradas y precios completamente a sus promotores y managers, y en ningún momento tuvo conocimiento de que se utilizarían precios dinámicos en la venta de boletos para las fechas iniciales”, afirmó la banda. En un intento por mitigar el daño, Oasis anunció que para los dos conciertos adicionales en el estadio de Wembley, en Londres, los boletos se distribuirán únicamente mediante un “proceso de sorteo por invitación”.
Por otro lado, Liam Gallagher, el controvertido vocalista de la banda, reaccionó a la polémica en sus redes sociales con el estilo sarcástico y ácido que lo caracteriza.
En una serie de publicaciones en X, Gallagher escribió “cierra la boca” a un usuario que lo acusó de “exprimir” a los fans con los altos precios de las entradas. A otro de ellos, que preguntó si tenía en su poder boletos sobrantes, Liam respondió sarcásticamente: “Montones, pero son realmente caros, 100 mil libras, zona de rodillas”.