Hunter Biden, primogénito del presidente, el demócrata Joe Biden, se declaró este jueves culpable de los cargos federales en su contra por evasión fiscal en un movimiento sorprendente justo antes del inicio de la selección del jurado en Los Ángeles (California) de un juicio que ahora evitará, pasando directamente a recibir condena.
En un primer momento, esta misma mañana, su abogado, Abbe Lowell, afirmó que Biden iba a cambiar su declaración inicial de no culpabilidad. La Fiscalía, a la que esta decisión tomó por sorpresa, objetó al intento de Hunter Biden de acogerse a lo que se conoce como declaración Alford, que consiste en admitir formalmente culpa y reconocer la solidez del caso en su contra, al tiempo que mantiene su inocencia. Si el juez acepta esa petición puede evitarse el juicio y pasar directamente a la sentencia.
Sin embargo, Hunter Biden terminó por declararse directamente culpable de todos los cargos, dejando al juez la tarea de condenarle, sin una recomendación de pena pactada con la Fiscalía. El fiscal, Leo Wise, había indicado previamente que la declaración Alford no le parecía suficiente ni en «el interés público». «Es una injusticia», afirmó, «Hunter Biden no es inocente, Hunter Biden es culpable».
Se trata del segundo juicio a Hunter Biden este año, en esta ocasión acusado de no pagar al menos $1.4 millones en impuestos en un periodo (de 2016 a 2019) en el que luchaba con su adicción a las drogas. En junio fue condenado por comprar un revolver en 2018 mintiendo al decir que no era un adicto.
Su abogado hizo el anuncio en una audiencia judicial en Los Ángeles a la que Biden se presentó junto a su esposa, Melissa Cohen Biden, y protegido por agentes del Servicio Secreto. Inicialmente se había declarado no culpable de los cargos; sus abogados defendieron que no actuó de forma «voluntaria» o con la intención de romper la ley, alegando su documentada adicción al alcohol y otras drogas.
Hunter Biden, de 54 años, fue acusado en diciembre por tres delitos graves y seis menores por no pagar sus impuestos durante un periodo en el que, dijo, batallaba con una adicción a las drogas.
El hijo del presidente se ahorrará un juicio público en el que los fiscales habrían llamado a más de una veintena de testigos de los qe se esperaban testimonios sobre sus gastos y consumo de drogas.
La acusación alega que Biden “se involucró en una trama de cuatro años para no pagar al menos $1.4 millones en impuestos federales autoevaluados que debía por los años fiscales de 2016 a 2019, desde o en enero de 2017 hasta o en el 15 de octubre de 2020, y para evadir la evaluación de impuestos para el año fiscal 2018 cuando presentó una declaración falsa en o por febrero de 2020”.
El dinero lo gastó “en drogas, servicios de acompañantes sexuales y novias, hoteles de lujo y propiedades de alquiler, autos de lujo, ropa y otros objetos de naturaleza persona, es decir, todo menos sus impuestos”, sostenía la acusación.
Los fiscales además argumentaban que las declaraciones que Biden finalmente presentó eran fraudulentas, y falsamente designó como gastos de negocios dinero que pagó a servicios de acompañantes sexuales, clubs de striptease, una membresía a un club sexual, un sitio porno y los gastos de renta y escuela de su hija.
Un acuerdo previo con los fiscales sobre estos cargos en Delaware no pudo proceder después de que la jueza expresara escepticismo por algunos de los términos. Bajo ese acuerdo, Biden se declararía culpable por delitos menores a cambio de una sentencia propuesta de seis meses de libertad condicional. Un cargo por un delito grave por la compra de un arma mientras consumía drogas, sería desestimado en dos años si no enfrentaba otros problemas legales.
La jueza de distrito Maryellen Noreika rehusó respaldar el acuerdo porque «no es directo y contiene algunas provisiones atípicas”, dijo Noreika el año pasado. Una de las partes del acuerdo podría haber protegido a Biden de ser juzgado por otros crímenes fiscales.
A principios de este año, la evidencia del historial de adicción de Biden fue el centro de otro caso separado bajo la supervisión de la oficina de Weiss en Delaware. Biden fue declarado culpable de tres delitos graves vinculados a la posesión de un arma mientras usaba narcóticos. La sentencia para ese caso está programada para el 12 de noviembre y Biden ha dicho que planea apelar la decisión.