Una madre de Colorado que está luchando para no ser extraditada de Gran Bretaña a Estados Unidos presuntamente drogó a sus hijos y les dijo que cerraran los ojos antes de disparar y apuñalar de muerte a dos de ellos, se informó en corte este miércoles.
Días después de que los cuerpos sin vida de sus hijos, de 7 y 9 años, fueran encontrados en su casa de Colorado Springs el 19 de diciembre, Kimberlee Singler fue detenida en Londres el 30 de diciembre, después de haber volado al Reino Unido.
Singler, de 36 años, se resiste a los intentos estadounidenses de extraditarla alegando que sus presuntos delitos –que ella niega– conllevan una condena automática de cadena perpetua sin libertad condicional, lo que, según su equipo jurídico, supone una violación de la legislación europea sobre derechos humanos.
El artículo 3 del Convenio Europeo de Derechos Humanos –un estatuto jurídicamente vinculante seguido por 46 países, entre ellos el Reino Unido– prohíbe «las penas o tratos inhumanos o degradantes».
La Corte de Magistrados de Westminster, en el centro de Londres, escuchó los detalles de cómo presuntamente mató a sus hijos y luego, se ha dicho, encubrió sus crímenes.
Los siete cargos a los que se enfrenta, presentados por el Departamento de Policía de Colorado Springs y el FBI, incluyen dos cargos de asesinato en primer grado tras deliberación y dos cargos de asesinato de un menor de 12 años por parte de una persona de confianza.
También se le imputa el intento de asesinato de un tercer niño, de 11 años, que sobrevivió a pesar de las graves lesiones y al que se le dijo que mintiera sobre la terrible experiencia, se dijo en corte. La niña superviviente dijo a la policía que el autor era un hombre que había entrado, pero más tarde dijo a una persona que la acogió y cuidaba de ella que su madre era la responsable de los ataques.
Singler declaró que Dios le había dicho que lo hiciera, según a corte.
La mujer, que declarará durante una vista de tres días, sólo habló para confirmar su nombre y fecha de nacimiento. Edward Fitzgerald KC, su abogado, afirmó que la mujer negaba los cargos que se le imputan e insistía en que es inocente.
Joel Smith KC, el abogado que representa al Gobierno estadounidense, dijo que los asesinatos se produjeron en el contexto de una enconada batalla por la custodia entre Singler y el padre de los niños.
Se había ordenado a Singler que los transfiriera a su custodia, pero no lo hizo, indicó Smith. El 19 de diciembre, un día después de que se emitiera una orden judicial, la policía respondió a una llamada de emergencia en la casa de Singler y encontró a los dos niños muertos.
«Le disparó a la primera niña en la cabeza y la apuñaló en el cuello, le disparó a la segunda niña en la cabeza y la apuñaló en el cuello. Atacó al tercer niño en el cuello con un cuchillo y le causó graves laceraciones», aseguró Smith.
La policía encontró a los dos niños muertos juntos en la cama.
Los investigadores también encontraron cartuchos reales y casquillos en un armario, así como una pistola que había sido manipulada por alguien con las manos manchadas de sangre, y un cuchillo también con restos de sangre, se dijo en corte.
En la basura de la cocina había dos frascos vacíos de somníferos, explicó Smith. En el lugar no había señales de robo.
«[El hijo sobreviviente] aseguró que la acusada había dicho a los tres niños que cerraran los ojos, guió a los dos primeros al dormitorio y se acercó al tercero y le dijo que cerrara los ojos. A continuación la cortó en un lado del cuello», declaró Smith.
Smith argumentó que la legislación sobre derechos humanos no impedía la extradición de Singler porque los delitos cometidos en Estados Unidos pueden ser conmutados por el gobernador. Una cadena perpetua, que es casi segura en el caso de Singler, no debería ser un obstáculo para la extradición, explicó.
«En Estados Unidos, si existe una vía de clemencia ejecutiva, es suficiente. No tiene por qué ser una vía judicial», dijo Smith.
Fitzgerald, que también representó a Julian Assange en su larga causa de extradición en Londres, argumentó que sería ilegal extraditar a alguien que se enfrenta a cadena perpetua sin libertad condicional sin tener en cuenta ningún factor atenuante.
El Reino Unido tiene 63 personas condenadas a cadena perpetua, mientras que Estados Unidos tiene 49,000, explicó.
«Es totalmente ajeno a nosotros (…) decir ‘te condenaría a cadena perpetua sin libertad condicional’ simplemente por la categoría del delito, sin tener en cuenta ninguna de las circunstancias de la persona», dijo.
«Aquí tenemos a una persona [que cometió] su primer delito, una madre devota, que hace esto de la nada», continuó. «¿Debemos decir que esta imposición obligatoria de cadena perpetua sin libertad condicional […] estaría bien?».