El parón no llega en un buen momento y la lista de lesionados no para de crecer: Tchouaméni, Mendy, Ceballos, Bellingham, Camavinga, Alaba.
El primer parón internacional de la temporada llega en un momento complicado para el Real Madrid. Tras un arranque de temporada irregular y en plena búsqueda de su mejor versión, el equipo de Carlo Ancelotti se enfrenta a la interrupción de su progresión justo cuando más necesita consolidar su juego y ajustar detalles tácticos.
El técnico italiano ya expresó su preocupación tras el partido contra el Betis, dejando claro que este parón «nunca viene bien», sobre todo para un equipo que está intentando afianzar su dinámica y corregir aspectos clave tras un inicio de temporada atípico.
Nos falta ser más continuos. A veces nos descolocamos y no podemos tener pérdidas innecesarias Carlo Ancelotti.
La pausa en la competición, que mantendrá al Real Madrid sin partidos oficiales hasta el 14 de septiembre, supone un reto adicional. Los jugadores se dispersan con sus respectivas selecciones, lo que no solo interrumpe el trabajo colectivo, sino que también aumenta el riesgo de lesiones.
Ancelotti es consciente de este peligro, como lo mencionó en su rueda de prensa, y su preocupación se ha materializado rápidamente: Mendy y Tchouaméni lesionados antes de jugar con su selección, y Ceballos, aunque no estaba convocado, también se ha sumado a la lista de bajas por lesión agravando la situación en el centro del campo.
Lo único que pido es que no haya lesiones porque es el peligro más grande Carlo Ancelotti.
Una ‘maldición’ que persigue al Madrid este inicio de temporada y que le ha llevado a tener que disputar los primeros encuentros sin dos de sus piezas más importantes en el centro del campo: Camavinga y Bellingham. Estos, junto con Alaba, continúan con sus respectivos procesos de recuperación. De momento, la única ‘alta’ es la de Vallejo que ya volvió a su entrenamiento con el grupo tras los problemas físicos de las últimas semanas.
El Madrid, que ya estaba lidiando con la necesidad de rotaciones y ajustes tácticos, ahora se enfrenta a la incertidumbre de no saber en qué estado regresarán sus jugadores clave. Esta situación añade una carga extra a un equipo que, aunque está dotado de talento, las cosas no les están saliendo como se esperaba y deben lidiar con las exigencias de un calendario que no da tregua y que obliga a gestionar con precisión cada pieza del engranaje.