Los legisladores californianos aprobaron un proyecto de ley pionero que prohibiría seis colorantes artificiales en los alimentos que se sirven en las escuelas públicas del estado, y lo enviaron al gobernador, Gavin Newsom, para que lo firme.
La iniciativa, aprobada el jueves por la legislatura de California, prohibiría ofrecer a los alumnos, durante el horario escolar, alimentos y bebidas que contengan colorantes sintéticos vinculados a problemas neuroconductuales en algunos niños.
Fue presentada por el miembro demócrata de la Asamblea Jesse Gabriel y copatrocinada por Consumer Reports y el Grupo de Trabajo Ambiental, una organización de investigación y defensa de la salud.
Si el gobernador demócrata aprueba la ley, California se convertirá en el primer estado en prohibir estos aditivos en las cafeterías escolares. La ley entraría en vigor en diciembre de 2027.
“California tiene la responsabilidad de proteger a nuestros estudiantes de químicos que hacen daño a los niños e interfieren con su habilidad para aprender”, dijo Gabriel en un comunicado. “Esta ley dará el poder a las escuelas para proteger mejor la salud y bienestar de nuestros niños y animará a los fabricantes a dejar de usar estos aditivos nocivos”.
Conocida como la Ley de Seguridad Alimentaria Escolar de California, la Ley 2316 de la Asamblea estatal prohibiría los aditivos Rojo 40; Amarillo 5 y 6; Azul 1 y 2; y Verde 3, que Gabriel ha calificado como “ingredientes no esenciales” para los que hay alternativas naturales como la cúrcuma, el zumo de remolacha o el jugo de granada.
El proyecto de ley no prohibiría ningún alimento o bebida, sino que exigiría sustituciones que pueden ser tan pequeñas como cambiar un solo ingrediente en las recetas, según Gabriel.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha dicho que no ha encontrado un vínculo causal entre los problemas de comportamiento y los colorantes sintéticos en niños de la población general que no han sido diagnosticado con trastornos como déficit de atención o trastorno de hiperactividad.
Pero en 2021 una revisión exhaustiva realizada por la Oficina de Evaluación de Peligros para la Salud Ambiental de California de la Agencia de Protección Ambiental, citada en el proyecto de ley, concluyó que “los colorantes sintéticos para alimentos están asociados a efectos neuroconductuales adversos, como falta de atención, hiperactividad e inquietud en niños sensibles”, y que las pruebas apuntan a una relación entre la exposición a dichos colorantes y resultados conductuales negativos en determinados niños “tanto con trastornos conductuales preexistentes como sin ellos”.
El proyecto de ley se aprobó después de que los diagnósticos del trastorno de déficit de atención (ADHD, por sus siglas en inglés) han aumentado en los últimos años en todo el país, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Un vocero de la FDA dijo el viernes a NBC News que valorar nuevos datos sobre la seguridad de químicos en la comida es una “prioridad” y que la agencia ha leído la información citada en la propuesta de ley de California.
“La totalidad de la evidencia científica muestra que la mayoría de los niños no tiene efectos adversos al consumir comidas con aditivos de colores, pero algunas pruebas sugieren que ciertos niños podrían ser sensibles a ellos”, señaló el vocero en un correo electrónico. “La FDA continuará evaluando la ciencia emergente y asegurándose de la seguridad de aditivos de color aprobados”.
Esta iniciativa llega tras la aprobación de la Ley de Seguridad Alimentaria de California el año pasado, que también fue presentada por Gabriel y prohibió — a partir de enero de 2027– cuatro aditivos para alimentos que se han relacionado con posibles problemas de salud en productos vendidos en todo el estado.
Entre las sustancias químicas vetadas figuraba el aceite vegetal bromado, que suele usarse como estabilizador en bebidas con sabor a cítricos. En julio, la FDA concluyó que el aceite vegetal bromado no era seguro para el consumo humano y revocó su autorización de uso en alimentos y bebidas en todo el país.
La Ley de Seguridad Alimentaria de California también prohibió el bromato de potasio, el propilparabeno y el Rojo 3 en las estanterías de los supermercados de todo el estado. Dichos aditivos se han asociado a problemas de salud que van desde la alteración hormonal hasta el cáncer.
Melanie Benesh, vicepresidenta de asuntos gubernamentales del Environmental Working Group, celebró la última medida de los legisladores californianos.
“Es una gran victoria para los niños en edad escolar y sus padres en California. La evidencia es bastante convincente de que algunos niños son muy sensibles a estos colorantes y no deberían tener que preocuparse de que su exposición a ellos impacte su habilidad de concentrarse y aprender en la escuela”, aseguró.
Benesh urgió a la FDA a reconsiderar permitir que algunos de estos colorantes sintéticos estén en los alimentos a nivel nacional.
“La FDA debería tomar acciones y dar pasos para asegurarse de que todos nuestros niños estén protegidos de lo que hay en su comida”, aseguró Benesh. “Muchos de esos colorantes vibrantes solo están en los alimentos para hacerlos más atractivos a los niños. No añaden ningún valor nutricional”.