El estado de Sao Paulo ha declarado el estado de emergencia por los graves incendios que en los últimos tres días han provocado la destrucción de más de 20.000 hectáreas y ha dejado al menos dos muertos y unos 800 desplazados.
Desde el pasado viernes se han registrado más de 2.300 incendios, la mayoría de ellos ya sofocados, siendo así el mes de agosto con mayor número de frentes abiertos en la historia del estado desde 1998.
A la acción humana, ya hay dos sospechosos detenidos, se le suman unas condiciones meteorológicas propicias para que el fuego se extienda. «Tenemos la combinación de una sequía severa, baja humedad y los fuertes vientos hacen que estos incendios se propaguen», ha explicado el gobernador, Tarcisio de Freitas.
«Tuvimos la acción de delincuentes», ha contado De Freitas, quien ha señalado que uno de los detenidos es un viejo conocido de las autoridades. Asimismo, ha reprendido a quienes continúan utilizando el fuego para acabar con los residuos y la basura. «Eso es inaceptable», ha dicho.
Aunque los incendios han sido controlados, hay cerca de medio centenar de ciudades en alerta máxima. Algunos focos continúan activos, algunos de ellos en Ribeirao Preto, donde las ráfagas de viento de hasta 80 kilómetros por hora propagaron el fuego asolando casas en cuestión de minutos, informa el portal G1.
La ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, ha señalado que estos incendios son «atípicos» por lo que ha defendido la necesidad de iniciar una investigación. «En Sao Paulo no es natural, bajo ninguna circunstancia, que en pocos días haya tantos frentes que afecten simultáneamente a varios municipios», ha dicho.
Silva ha hablado de otro ‘día del fuego’, en referencia a los graves incendios provocados en Pará en 2019. Ha mencionado que además de las investigaciones para determinar las causas de lo que está ocurriendo en Sao Paulo, las autoridades han abierto diligencias también en las regiones del Pantanal y la Amazonía.