Los contragolpes del Parma destrozaron el sistema defensivo de un Milan sin ideas en ataque y frágil en defensa.
En dos jornadas de Serie A los rossoneros, que partían como candidatos al título apenas llevan un punto.
El Milan se plantó en el Stadio Ennio Tardini con la obligación de ganar después de no pasar del empate en la primera jornada ante el Torino (2-2). Y lo hizo sin Álvaro Morata que no pudo entrar en la convocatoria por lesión y con Luka Jovic como suplente. No arregló el tropiezo de la primera jornada en casa ante el Torino (2-2), sino que lo empeoró cayendo con el Parma (2-1) y dando una imagen floja. Paulo Fonseca tiene trabajo por delante porque su proyecto no arranca.
Pronto se le pusieron las cosas cuesta arriba al cuadro que dirige Fonseca, dado que el Parma se adelantó en el marcador antes del minuto 2. Lo hizo en una jugada por la banda izquierda en la que Cancellieri centró al segundo palo y Man remató de primeras haciendo inútil la estirada de Maignan.
Una diana que permitió a los de Pecchia acentuar el plan de cerrar espacios atrás y contragolpear. Al Milan le costó horrores crear ocasiones durante todo el primer tiempo, únicamente acercándose a la meta de Suzuki en acciones a balón parado cabeceadas por Pavlovic y en alguna jugada aislada de Okafor.
Todo lo contrario que el Parma, que cada vez que podía hacer transiciones desmantelaba el sistema defensivo milanista con suma facilidad. Justo antes del descanso tuvo dos ocasiones de oro Mihaila. En la primera se encontró con el palo, en un disparo a portería vacía algo esquinado después de ganarle una disputa a Maignan. Acto seguido falló un uno contra uno, ante Maignan.
En la segunda mitad el Milan empezó asustando con un tiro lejano de Reijnders que se fue directo al travesaño. Fue algo aislado, ya que llegaron los mejores minutos del Parma, que tuvo varias transiciones en superioridad desaprovechadas o que se perdieron por poco. Rozó el doblete Man, quien definió ‘a lo Henry’ desde la izquierda, buscando el segundo palo con rosca, pero yéndose el tiro fuera por poquito. Dos minutos después sí acertó Bonny a pase de Bernabe, con la mala suerte de que estaba adelantado y su tanto no subió al marcador.
Justo en el peor momento para el Milan Rafael Leao apareció al rescate con una jugada marca de la casa, dejando rivales por el camino, asociándose y sirviéndole el gol en bandeja a Pulisic (66′). Parecía que con más de 20 minutos para el final los rossoneros se iban a ir a por el triunfo. Empezaron a monopolizar el balón pero la falta de claridad de ideas del resto del encuentro no cesaba.
A pesar de ello el Parma seguía confiando en su plan y sabiendo que a la contra iba a tener la suya y así fue. En una jugada prácticamente idéntica a la del primer gol, Almqvist, que acababa de entrar al campo recorrió la banda izquierda hasta llegar a la altura del área para servir un centro al segundo palo a Cancellieri (77′), quien finalizó de primeras. Otra vez a remolque el Milan, con Morata e Ibrahimovic en la grada con caras largas.
Los minutos finales, ya con Chukwueze y Jovic en el campo, se convirtieron en darle pelotas a Leao para que él solo se buscara la vida sin éxito. Acabó ofuscado. Otro de los argumentos ofensivos, que suele ser Theo Hernández, estuvo poco participativo y desconocido. Así será difícil que opten a cosas importantes. A este Milan le falta una idea clara de juego, entrar mejor a los partidos y que el ir por detrás desde muy temprano no le obligue a convertir los duelos en un correcalles.