La esperanza de un alto el fuego en Gaza, donde el ejército israelí intensificó sus operaciones contra Hamás el jueves, va en retroceso pese a la presión de Estados Unidos sobre Israel y el movimiento islamista palestino para que lleguen a un acuerdo.
Un nuevo ciclo de negociaciones entre Israel y los mediadores estadounidenses, cataríes y egipcios debe abrirse esta semana en El Cairo, aunque la cita aún no ha sido confirmada tras más de diez meses de genocidio.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, insistió el miércoles en la urgencia de alcanzar un alto el fuego en Gaza y una liberación de los rehenes en manos de Hamás, durante una conversación telefónica con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, según la Casa Blanca.
Pero la relación entre Biden y Netanyahu se ha enfriado, y el mandatario estadounidense ha instado a Israel que limite el número de víctimas civiles.
La oficina de Netanyahu insiste en cambio en que busca alcanzar «todos los objetivos de la guerra» y que esto requiere «asegurar la frontera sur» del territorio palestino con Egipto.
Hamás, que gobierna Gaza desde 2007, rechaza que se mantengan tropas israelíes en este sector del territorio, y acusa a Estados Unidos de haber incluido esta condición en su última propuesta de tregua la semana pasada, cuyos detalles no se hicieron públicos.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Anthony Blinken, concluyó el miércoles una gira en Oriente Medio y subrayó que Washington se opone «a una ocupación a largo plazo de Gaza por parte de Israel».
– «Nuestros niños han muerto» –
El movimiento islamista exige la aplicación del plan anunciado el 31 de mayo por Biden, el cual contempla una tregua de seis semanas junto a un retiro israelí de las zonas densamente pobladas de Gaza y la liberación de rehenes.
En una segunda fase prevé un retiro total israelí del territorio palestino.
Netanyahu ha repetido que continuará la guerra hasta lograr la destrucción de Hamás, considerado como una organización terrorista por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea.
El ejército israelí intensificó sus operaciones en el sur de la Franja, concretamente en Rafah y Jan Yunis, y en Deir al Balah, en el centro. «Decenas de emplazamientos con infraestructuras terroristas» fueron desmantelados y se eliminó «a más de 50 terroristas», afirmó.
También hubo bombardeos en los campos de Nuseirat y Maghazi, en el centro, según señaló un portavoz de la Defensa Civil de Gaza, y enfrentamientos en el sur de Ciudad de Gaza, en el norte del enclave.
«Israel lucha por su pueblo y Hamás lucha por su pueblo. Ya basta, cada parte debe ceder a la otra. Todos nuestros niños han muerto», dijo Abu Jamal Al Khur, frente al hospital de los mártires de Al Aqsa en Deir al Balah.