El Tribunal Federal de Justicia de Alemania ha ratificado este martes la condena de Irmgard F., la antigua secretaria del campo de concentración nazi de Stutthof, en el norte de Polonia, por el delito de complicidad en el asesinato de más de 10.000 personas entre junio de 1943 y abril de 1945.
Un tribunal regional alemán condenó en diciembre de 2022 a Irmgard F. a una pena de prisión dos años en libertad condicional. Su equipo de abogados informó apenas unos días después de que había apelado la sentencia. El Tribunal Federal, el más alto órgano judicial alemán, ha determinado ahora que la condena ya es firme.
Irmgard F. fue condenada con lo que en Alemania se conoce como una «pena juvenil», pues en el momento en que cometió los delitos tenía menos de 21 años. Ahora, cuando ronda casi los cien años de vida, la antigua trabajadora nazi es la primera persona civil en ser condenada por los crímenes en los campos de concentración.
Este caso es considerado como, probablemente, el último juicio penal por los asesinatos en masa cometidos durante el régimen nazi a mediados del siglo pasado. Debido a su importancia histórica, se han realizado grabaciones durante el proceso judicial que ahora pasarán a manos de los Archivos Federales de Alemania.
Irmgard F. –identificada solo con nombre e inicial del apellido en virtud de la legislación alemana sobre privacidad– trabajó como funcionaria en la comandancia del campo de Stutthof, cerca de la ciudad polaca de Gdansk, desde junio de 1943 hasta abril de 1945. Por aquel entonces tenía entre 18 y 19 años.
El juicio arrancó en septiembre de 2021 y, en él, varios supervivientes del campo dieron cuenta de los abusos cometidos en las instalaciones. La acusada trató de eludir el proceso escapando una madrugada de su residencia de ancianos, pero fue detenida por la Policía horas después y fue enviada a prisión de forma preventiva.
Ya en diciembre de 2022, Irmgard F. fue declarada culpable de haber ayudado a los responsables del campo de concentración en el asesinato sistemático de reclusos. Al término del juicio, Irmgard F. se limitó a lamentar lo ocurrido y, sobre todo, «haber estado en Stutthof en ese momento».