Joe Biden ya forma parte de la historia del Partido Demócrata. Un mes después de retirar su candidatura, el presidente de Estados Unidos ha hecho balance de su primer y único mandato en la Casa Blanca en un encendido discurso en el que ha atacado al que hasta hace poco era su contrincante electoral, Donald Trump, y en el que ha dado su apoyo a la que, a partir del jueves, será la encargada de intentar que su partido gane las elecciones presidenciales de noviembre: Kamala Harris.
El último gran discurso de Joe Biden delante de los delegados del Partido Demócrata empezó, sin embargo, con un tono muy diferente y con lágrimas en los ojos. El actual presidente de los Estados Unidos, recibido en la Convención Nacional Demócrata de Chicago con una ovación y gritos de ‘Te queremos Joe’, fue incapaz de contener el llanto al pisar un escenario en el que le esperaba su hija Ashley, que lo presentó como «uno de los líderes más trascendentales de la historia», con la que se fundió en un abrazo y ante la que se secó los ojos con un pañuelo mientras un público enfervorizado le dedicaba una ovación de despedida que retrasó hasta cinco minutos el inicio de un discurso en el que ha reconocido la importancia del trabajo de Kamala Harris en su mandato y en el que ha apelado a un voto por la «libertad» ante las propuestas del candidato rival, Donald Trump.
«No hay lugar en Estados Unidos para la violencia política, no se puede amar al país solo cuando ganas», dijo Biden en un tono más sobrio y pausado, en referencia al candidato republicano Donald Trump, al que dedicó gran parte de su discurso, advirtiendo sobre la amenaza que representa para la democracia de Estados Unidos. Recordó el asalto al Capitolio de 2021 y afirmó que durante su estancia en al Casa Blanca, grupos de nazis, supremacistas o, incluso, el Ku Kux Klan lo veían como un “aliado”.
Biden ha asegurado que en las presidenciales de noviembre, Donald Trump «sentirá el poder de las mujeres», donde se prevé que el voto femenino juegue un papel crucial. De hecho, la candidata virtual del Partido Demócrata ha centrado su campaña en la defensa del derecho al aborto, confiando en que la estrategia movilice a las votantes, tal y como lo hizo en las elecciones de medio mandato de 2022, cuando los demócratas superaron sus expectativas en el Congreso. «¡Trump va a sentir el poder de las mujeres en 2024!», exclamó el presidente de EEUU, desatando una ovación en el estadio de Chicago en el que se desarrollará hasta el jueves la convención demócrata.
Además de los ataques a Donal Trump, Joe Biden también ha hecho balance de su primer y único mandato en la Casa Blanca, que remató con un apoyo claro a la candidatura de su vicepresidenta, Kamala Harris, a la que propuso después de retirar la suya hace un mes y de la que dijo haber si «la mejor decisión” de su carrera. El presidente de EEUU elogió la relación que han desarrollado en los últimos cuatro años y describió a Harris como una líder «dura» e «inteligente».
«Me quedan cinco meses de Presidencia. Tengo mucho que hacer y tengo la intención de hacerlo. Serviros como presidente ha sido un honor. Amo este trabajo, pero amo más a mi país. Y quienes dicen que estoy enfadado con quienes me dijeron que abandonara la carrera… Eso no es verdad», ha llegado a decir el mandatario en un momento de su largo discurso en el que ha llegado a afirmar que es «demasiado mayor para continuar como presidente».
Tras finalizar su discurso, Harris subió al escenario junto a su esposo, Douglas Emhoff, y la primera dama, Jill Biden, para fundirse en un sentido abrazo con Joe Biden en un gesto de unidad y complicidad que ha quedado demostrada cuando, juntos, han alzado las manos ante un público entregado al ‘fenómeno Harris’ y que parece haber olvidado que hace solo un mes daban por perdida la contienda electoral.