El enviado de Estados Unidos para Sudán, Tom Perriello, dijo este lunes que un grupo de países sigue reunido en Suiza realizando esfuerzos diplomáticos para lograr la apertura de rutas que permitan la entrada de los alimentos y medicinas que necesita la población sudanesa, la gran víctima de la guerra interna que se desató hace 16 meses en su país.
«Millones de personas sufren hambruna o hambre severa», sostuvo el diplomático, quien debe actuar como mediador en discusiones a las que fueron convocadas las partes en guerra en Sudán desde el pasado miércoles.
Sin embargo, sólo los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) han mostrado voluntad de diálogo enviando a sus representantes a Suiza, mientras que el Ejército sudanés se mantiene inamovible en su rechazo a enviar una delegación hasta que sus enemigos no abandonen sus posiciones en el territorio sudanés.
Estados Unidos es el principal impulsor de este proceso diplomático, al que ha invitado a Egipto, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, países con peso de la región y que tienen algún nivel de influencia en las partes beligerantes.
Perriello ha insistido desde el inicio de las reuniones -que deberían extenderse hasta el viernes, con la incógnita de si el Gobierno de Sudán aceptará en algún momento participar- que las delegaciones de esos países siguen reunidas en Suiza y que esperan que tanto militares como paramilitares muestren voluntad de facilitar el acceso humanitario a las zonas que controlan.
«Desde abril de 2023, al menos 22 trabajadores humanitarios en servicio han sido asesinados en Sudán, y otros 34 heridos, esto es inaceptable», añadió el enviado estadounidense, en una declaración por el Día Internacional de la Asistencia Humanitaria, que se conmemora hoy.
La guerra en Sudán ha causado más 18.000 muertos, según los últimos datos de la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios (OCHA).
El conflicto también ha sumido al pueblo sudanés en la peor crisis de hambre del mundo, con un 54 % de su población que no puede alimentarse de forma adecuada cada día (cerca de 25 millones de personas), incluyendo a unas 755.000 personas que se encuentran en la categoría más grave de inseguridad alimentaria.