El comienzo del año escolar en el condado de Henry fue inusual para algunos estudiantes, incluyendo a Jada, una niña de 5 años que asiste a la Escuela Primaria Dutchtown. Su tía, Tilinda Coleman, estaba emocionada por el inicio del jardín de infantes de Jada, quien también experimentaba su primer viaje en autobús escolar. Sin embargo, esa emoción se convirtió en preocupación rápidamente.
Después del primer día de clases, cuando Coleman fue a recoger a Jada en la parada del autobús, su sobrina no apareció. El pánico creció a medida que el personal de la escuela buscaba respuestas. El director confirmó que Jada había subido al autobús, pero su paradero seguía siendo un misterio. Finalmente, después de más investigaciones, se descubrió que Jada y otro niño habían permanecido en el autobús, que había continuado otra ruta sin que nadie se diera cuenta.
Coleman expresó su indignación, sugiriendo que la conductora del autobús debería reconsiderar su trabajo. Las Escuelas del Condado de Henry emitieron un comunicado afirmando que los niños nunca estuvieron desatendidos y que fueron devueltos a la escuela de manera segura a las 5:10 p.m. El distrito subrayó su compromiso con la seguridad y prometió revisar los procedimientos. A pesar de esto, Coleman cuestionó la actitud despreocupada hacia el incidente, considerando que los niños habían pasado horas en el autobús en un día caluroso.