La exdirectora del Servicio Secreto Kimberly Cheatle tiene asignado ahora un equipo de seguridad en medio de continuas amenazas, que incluyen enfrentamientos en persona y amenazas publicadas en Internet, dijo a CNN una fuente de las fuerzas del orden.
Varios otros agentes del Servicio Secreto han recibido amenazas tras el intento de magnicidio el mes pasado del expresidente Donald Trump en Butler, Pensilvania, según otra fuente familiarizada con el asunto. Aunque se están vigilando esas amenazas, no está claro qué otras medidas de seguridad se han tomado.
No es habitual que los antiguos o incluso actuales directores del Servicio Secreto reciban sus propios dispositivos de protección, pero el paso se dio en el caso de Cheatle después de que ella y la agencia fueran objeto de duras críticas por fallos de seguridad el día del tiroteo contra Trump.
Cheatle dimitió abruptamente de la agencia el mes pasado tras las intensas críticas de los legisladores durante una audiencia pública del Congreso en la que la directora se negó a responder a muchas de las preguntas de la comisión.
Tras el tiroteo, los medios de comunicación de derecha y algunos republicanos criticaron a varias agentes que protegieron a Trump ese día, alegando que no podían proteger al expresidente porque eran demasiado pequeñas. Esos y otros ataques contra las agentes se perpetuaron en Internet.