Minouche Shafik, presidenta de la Universidad de Columbia, renunció a su cargo, un año después de asumir las riendas de la prestigiosa institución y meses después de las intensas protestas contra la guerra de Israel y Hamas en Gaza que estremecieron el campus universitario en la ciudad de Nueva York.
Shafik había recibido presiones para que dimitiera por la manera en que enfrentó las protestas en el recinto estudiantil, que comenzaron poco después de la respuesta israelí al ataque del grupo Hamas contra el Estado judío el 7 de octubre de 2023.
En su carta de renuncia, Shafik destacó «el progreso en numerosos ámbitos importantes», pero lamentó que su gestión se viera empañada por «un periodo de desasosiego en el que fue difícil conciliar los puntos de vista divergentes en nuestra comunidad». Añadió que las protestas estudiantiles habían sido uno de los motivos de su renuncia, según la agencia de noticias The Associated Press.
“Este período ha causado grandes afectaciones para mi familia, como a otros miembros de la comunidad”, escribió Shafik. “Durante el verano, pude reflexionar y decidí que dejar el cargo en este momento permitiría a Columbia superar los desafíos que se avecinan”.
Durante la respuesta policial a las protestas en la universidad, cientos de estudiantes, que acamparon en el recinto, fueron detenidos y acusados de allanamiento.
En el momento más algido de la protestas, un grupo de manifestantes tomó control del recinto Hamilton en el campus universitario.
Los críticos de Shafik consideraron que había sido negligente porque al testificar durante una audiencia en el Congreso sobre las protestas estudiantiles, se negó a considerar que la frase «del río al mar», en referencia a la expulsión de los israelíes desde el río Jordán al mar Mediterráneo debía ser considerada un lema antisemita.
El hecho tiene lugar una semana después de que tres decanos de la casa de altos estudios presentaran su renuncia tras la divulgación de intercambios de mensajes en los que menospreciaban los temores de los estudiantes judíos antes las muestras de antisemitismo en el recinto universitario.
Shafik también estuvo entre los líderes universitarios llamados a comparecer ante el Congreso a principios de este año. Fue duramente criticada por los republicanos, que la acusaron de no hacer lo suficiente para combatir las preocupaciones sobre el antisemitismo en el campus de Columbia.
En su carta de renuncia dijo que regresará al Reino Unido para liderar un esfuerzo de la oficina del Secretario de Relaciones Exteriores para revisar el enfoque del Gobierno de ese país hacia el desarrollo internacional y cómo mejorar el combate a la pobreza.
“Estoy muy contenta y agradecida de que esto me brinde la oportunidad de volver a trabajar en la lucha contra la pobreza global y la promoción del desarrollo sostenible, áreas de interés para mí durante toda la vida”, escribió. “También me permite regresar a la Cámara de los Lores para retomar la importante agenda legislativa presentada por el nuevo gobierno del Reino Unido”.
La presidenta interina de Columbia, Katrina Armstrong, dijo que estaba “profundamente honrada” de dirigir la universidad en un “momento crucial”.
“Los tiempos difíciles presentan tanto la oportunidad como la responsabilidad de que surja un liderazgo serio de cada grupo e individuo dentro de una comunidad”, escribió Armstrong. “Este es un momento así en Columbia. Al asumir este cargo, soy muy consciente de las pruebas que ha enfrentado la Universidad durante el año pasado”.