Los trabajadores de la mina Escondida, el mayor yacimiento de cobre a nivel mundial, situado en el corazón del desierto del Atacama de Chile, iniciaron el martes una huelga después de que no alcanzaron un acuerdo con el gigante minero BHP, principal controlador de la mina.
Tras varios días de negociaciones, los miembros del sindicato N°1 de la mina Escondida abandonaron sus puestos de trabajo esta mañana tras rechazar una propuesta de BHP de un nuevo contrato laboral, en medio de las demandas de los trabajadores por una mayor distribución de las ganancias de cobre, cuyo precio se disparó en las últimas semanas, entre otras.
“Estamos convencidos que hicimos responsablemente todos los esfuerzos por lograr un acuerdo, pero ello no fue posible”, indicó el sindicato en una comunicación interna difundida a los trabajadores.
El sindicato representa al 98,5% de los operadores y mantenedores de la minera, lo que se traduce en cerca de 2.400 personas o la mayoría de los trabajadores de primera línea de la mina -que sólo el año pasado produjo casi 1,1 millones de toneladas métricas de ese metal.
Así, se prevé que el paro afectará directamente la operación de cobre más grande del mundo, responsable de aproximadamente el 5% de todo el cobre extraído a nivel global.
El pasado 2 de agosto, el sindicato anunció la convocatoria de huelga con más del 99,7% de adhesión, pero las negociaciones con BHP se extendieron durante varios días, para finalmente terminar la víspera sin resultados.
En aquel entonces, precisó que las demandas de los empleados se basan “en la extensión de las jornadas de trabajo, pérdida de beneficios tan básicos como alimentación en faena, aumento de las exigencias operacionales y la afectación de trabajadores enfermos”.
El martes, la entidad consideró que las conversaciones para alcanzar un acuerdo “no presentaron avances sustantivos que permitieran proyectar un resultado favorable a las sentidas y relevantes demandas de los trabajadores” y denunció la “práctica antisindical” puesta en marcha por la empresa.
Por su parte, BHP, la principal controladora de la mina Escondida con un 57,5% de la empresa, lamentó la decisión y afirmó que hizo “esfuerzos consecutivos por presentar propuestas que contenía mejoras sustanciales al contrato actual”.
Apuntó, además, que formuló cuatro diferentes propuestas al sindicato, que en “el último día de mediación” presentó nuevos requerimientos.
“Ante la imposibilidad de avanzar y, como consecuencia de este resultado, se activó el plan de contingencia ante el inicio de la huelga legal por parte de los trabajadores del Sindicato N°1”, señaló en un comunicado.
De acuerdo al gigante australiano, la mina Escondida es el mayor productor mundial de concentrados y cátodos de cobre y su operación está bajo el mando de una alianza comercial de BHP con la británica-australiana Río Tinto (30%) y la empresa japonesa JECO Corp (12,5 %).
Escondida, con dos pozos que alimentan tres plantas concentradoras, así como dos operaciones de lixiviación (óxido y sulfuro), es considerada una importante pieza del sector minero de Chile, uno de los motores de la economía. En 2023, la minería generó aproximadamente el 11,9% del producto interior bruto (PIB) del país, según las proyecciones del portal Statista.