Las autoridades uruguayas han entrado varias veces en alerta por el posible consumo ilegal de fentanilo. La circulación en Argentina y Brasil, primero, y luego las sospechas de incautaciones en el país encendieron algunas alarmas, que luego se fueron apagando. Esta semana, la “droga zombie”, como se la conoce por los estragos que causa en Estados Unidos, volvió a estar en los titulares de los medios.
El laboratorio de Química y Toxicología del Instituto Técnico Forense de Uruguay detectó fentanilo en drogas incautadas en operativos policiales, informó este lunes el diario El País. “Ha sido detectado, aunque en escasas ocasiones, en muestras recibidas (incautadas por orden judicial en este laboratorio)”, detalló la química farmacéutica Pilar Perna, que integra ese centro especializado.
Fueron dos las oportunidades en las que se detectó el potente opioide en muestras de productos de origen farmacéutico. Las sustancias fueron decomisadas en operativos antidrogas que encabezó el fiscal de Estupefacientes, Rodrigo Morosoli. Los investigadores presumen que la droga fue robada de algún centro de salud, algo que todavía es investigado.
Morosoli declaró a El Observador que las ampollas de fentanilo estaban en posesión de un hombre cuando fue detenido. Una de las muestras estaba abierta y la otra cerrada. El fiscal, sin embargo, aclaró que a pesar de esta incautación “no existe un mercado del fentanilo en Uruguay” y señaló que las muestras encontradas suponen un caso de “consumo problemático” de esa droga por parte del detenido.
Con el registro de los medicamentos, Morosoli ahora investiga de qué centro de salud salieron estas ampollas, con la presunción de que hayan sido desviadas por un funcionario implicado.
Más allá de estos casos puntuales, en Uruguay no hay indicios de la presencia del fentanilo por fuera de los centros de salud, donde se utiliza para tratar situaciones de dolor intenso, por ser uno de los analgésicos más potentes. Desde 1990, se utiliza el analgésico para pacientes con cáncer, por ejemplo.
Para el consumo de fentanilo por indicación médica hay una “gran demanda”, que aumentó en los últimos años, expresó tiempo atrás en Búsqueda la directora del Departamento de Toxicología de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, Alba Negrín. “Se conoce el grado de pureza y hay controles de calidad que hacen que sea seguro”, dijo la experta. El contexto es lo que hace la diferencia con los graves efectos que produce su consumo recreativo, aclaró.
El secretario de la Junta Nacional de Drogas, Daniel Radío, advirtió que pocas cantidades –apenas miligramos– son suficientes para “intoxicar un país”. “La diferencia que tiene el fentanilo con otras sustancias es que hablamos de microgramos. O sea, con dosis muy pequeñas… A veces dicen: ‘¿Cómo no hacen nada para que no entre?’. Hay que hacer todos los esfuerzos, pero con lo que entra en el grafo [la mina] de un lápiz intoxicamos a un pueblo”, afirmó, entrevistado en el programa En Perspectiva.
Todos los opioides, explicó, se utilizan para “reducir el dolor” y no solamente el físico: también “el espiritual”. “Entonces, en sectores excluidos de la sociedad, juega un papel. Por eso es una droga que afecta particularmente a estos sectores”, comentó.
A diferencia de otras sustancias, para tener una sobredosis de fentanilo son suficientes cantidades “muy mínimas” y la diferencia entre la “dosis efectiva” y la “letal” es muy cercana. Por eso, la unidad de medida de esta sustancia suelen ser los microgramos, lo que dificulta la capacidad de control.
Sus comentarios se dieron después de que se hayan encontrados tres envoltorios pequeños de ciclopentano fentanilo en dos autos argentinos que durante el 2023 habían tenido movimientos sospechosos. La sospecha fue luego descartada: no se trataba del potente opioide que hace estragos en Estados Unidos.