El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha declarado tres días de luto después de que un avión con 61 personas a bordo se haya estrellado en una localidad del estado de Sao Paulo, en un siniestro que, según las autoridades locales, no ha dejado supervivientes.
En un escueto anuncio publicado en su cuenta de la red social X, el mandatario ha decretado tres días de luto oficial en todo el país, sumándose así al Ayuntamiento de Vinhedo, el municipio donde ha tenido lugar la tragedia.
El Gobierno del estado de Sao Paulo ha anunciado la creación de un gabinete de crisis instalado en el Aeropuerto de Guarulhos, adonde se dirigía el avión, para esclarecer las causas del siniestro –puesto que ya se ha confirmado el hallazgo de la caja negra–, identificar a las víctimas, y apoyar a sus familiares.
La aeronave de la compañía VOEPASS Linhas Aéreas volaba del aeropuerto de Cascavel, situado en el estado de Paraná, al de Guarulhos, en Sao Paulo, cuando se desplomó en torno a las 13.25 (hora local) en la localidad de Vinhedo, cerca de una zona de viviendas.
La aerolínea ha explicado que a bordo del aparato, una aeronave de hélices modelo ATR-72, viajaban 57 pasajeros y cuatro tripulantes, pese a que inicialmente había informado de que iban a bordo un total de 62 personas.
El de este viernes es el accidente aéreo con más víctimas mortales registrado en Brasil desde que en 2007 un avión de TAM se saliese de la pista en el aeropuerto de Congonhas, en Sao Paulo. Entonces, murieron 199 personas.
El personal de emergencia trabaja cerca de los restos del avión estrellado en Vinhedo, estado de Sao Paulo, Brasil, el viernes 9 de agosto. (Miguel Schincariol/AFP/Getty Images)