El Tribunal de Cuentas de Brasil (TCU) ha eximido al presidente Luiz Inácio Lula da Silva de entregar al patrimonio público un reloj que recibió en 2005 en un viaje a Francia, una decisión que podría beneficiar a su antecesor, Jair Bolsonaro, con una causa abierta por intentar quedarse unas joyas que recibió de Arabia Saudí.
Por mayoría, el TCU ha entendido que Lula no está obligado a entregar este reloj –un obsequio de la marca francesa Cartier valorado en 9.700 euros– ya que en ese momento –2005– no existían normas que regularan este tipo de situaciones, que empezaron a ser mejor analizadas a partir de una resolución de 2016.
La denuncia ha sido presentada ahora por un diputado del partido de Bolsonaro, con vistas, apuntan los medios brasileños, a que el fallo previsiblemente eximente favoreciera posteriormente al expresidente, quien, en conjunto, habría recibido regalos por valor de 7 millones de reales (1,1 millones de euros).
Bolsonaro está acusado por la Policía Federal no solo de maniobrar para quedarse algunas de estas joyas, sino de intentar colocarlas en joyerías estadounidenses y desviar dinero obtenido de la venta de varias de ellas. Los investigadores insisten en que habría delito, ya que los activos vendidos pertenecerían al acervo público.
No obstante, esta decisión depende ahora del TCU, que deberá reunirse y analizar la situación de un Bolsonaro al que se le acumulan las causas tras su salida de la Alvorada, entre ellas la supuesta falsificación de la cartillas de vacunación para saltarse las restricciones del coronavirus y su implicación en un intento de golpe de Estado para evitar la toma de posesión de Lula tras las elecciones de 2022.